
«The Ritual Killer»(Muti- Rituales Mortales): un pecado capital
By Rodrigo Chavero 2 años ago«Seven» (1995) fue uno de los grandes hits de la década del 90′. Un film atrapante, oscuro, crudo… y con uno de los mejores finales a mi gusto, de la historia del cine. Aquella obra maestra de David Fincher, sin embargo, no logró generar propuestas enmarcadas en asesinos que desemembran y asesinan con ingenio y crueldad. Hemos tenido ejemplos de cintas que intentaron captar ese espíritu pero…
Ninguna logró generar ni la atmósfera, ni recrear la tensión de aquella gran película. Sin embargo, intentos de recrear algo de su estilo, han surgido en los últimos años, con suerte dispar («Hannibal», «El coleccionista de huesos» y varias más). Dentro de ese lote, llega a salas la modesta «The Ritual Killer» que curiosamente, incluye como protagonista, nada menos que a Morgan Freeman, coequiper de Brad Pitt en el éxito de Fincher al que hicimos referencia.
«Rituales mortales», intenta presentar su conflicto, apoyado en la búsqueda de un asesino particular. Es decir, no es un loquito con problemas familiares, sino que es un sujeto que mata, de acuerdo a un ritual africano de magia negra por el cual, se extraen órganos de los asesinados para realizar un sacrificio místico y siniestro. La trama nos presenta a un oficial de policía, Lucas (Cole Hauser), quien queda a cargo de una investigación sobre un crimen de dos mujeres, lo cual rápidamente lo hace sospechar de una fuerte conexión en relación al estado de los cuerpos.
Ya al indagar lo sucedido desde el informe forense, Lucas puede darse cuenta de que esto es sólo el comienzo de algo más complejo. La forma en la que el victimario ataca y ultima podría tener que ver con algún tipo de ritual específico de origen africano. Así es que contacta a un antropólogo prestigioso, el Dr. Mackles (Morgan Freeman), para entender el caso y cortar la cadena de sucesos que anticipa, pueden suceder.
Sin anticipar demasiado, no se equivocan en su percepción. Cuerpos comienzan a aparecer en todos lados y además, hay una conexión fuerte entre Lucas y ese ritual, dado que él ha perdido a su hija en una circunstancia compleja, lo cual potencia su emocionalidad para resolver el misterio. El tiempo apremia y encontrar al asesino implica también descubrir quienes están detrás de esto.
La trama coquetea con el suspenso pero también ofrece una dosis de acción que quizás, podría haber sido dosificada o escalada de manera distinta. El hombre detrás de las cámaras, George Gallo, viene del género y si bien no tiene ideas muy originales, filma con soltura, aunque adolece de mano para generar clima, elemento central en una cinta de este tipo.
En lo personal, creo que es un thriller desparejo. Por un lado posee un enorme valor agregado en las escenas donde Freeman aparece, que sostienen el interés por la trama, pero por el otro, las limitaciones interpretativas de Hauser, impiden que la historia tensione al espectador como es esperable en este género.
Si tienen curiosidad por la temática y el trailer los atrajo, pueden pasar por sala aunque anticipo que no es un producto que valga la pena ver en pantalla grande. El cable o las plataformas, parecen ideales para una película que no despega como podría haber hecho. Esta vez, como en otras oportunidades, contar con Morgan Freeman, no garantiza que la peli sea sinónimo de interés per se.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.