«The Good Mother» (Detrás de la verdad): En busca de justicia
Dirigida por Miles Joris-Peyrafitte y escrita junto a Madison Harrison, Detrás de la verdad es un thriller poco inspirado que gira alrededor del daño que las adicciones pueden causar en una familia.
Hilary Swank como Marissa es una periodista que ya no escribe y ahora solo se dedica a editar artículos de poca monta en el diario principal de Albany, NY donde reside. Madre de dos hijos, un policía con proyectos de familia junto a su mujer y un drogadicto con una novia embarazada (interpretada por Olivia Cooke). Cuando se entera de la muerte de este segundo, aparentemente por un problema de ajustes a causa de drogas, se ve unida junto a la joven embarazada para tratar de entender aquellos aspectos del hecho que no cuajan del todo.
Detrás de la verdad es un thriller de manual pero poco inspirado, de esos que parecen salidos del viejo canal Hallmark o que daban por la tele un domingo a la tarde. Incluso hasta parecería basada en un caso real, con una protagonista que termina escribiendo y contando la historia. Ni siquiera una actriz como Hilary Swank logra lucirse, en un papel que podría haber sido más rico con un alcoholismo que le cuesta manejar y un rol de madre en el que parece que nunca se sintió cómoda.
La película intenta hacer una radiografía de una familia rota a causa de las drogas, con un hijo alienado y alejado que incluso llegó a robarle a su propia madre para poder drogarse. También hay una idea de denuncia dando vueltas, con una sociedad que recae cada vez con mayor facilidad. Pero esto queda en la superficie.
La trama se mueve como un policial. El papel de detective lo tiene esa madre alcohólica que intenta recuperarse día a día y que de a poco encuentra un poco de esa vida que siente que perdió en su nuera embarazada. La relación entre estas dos mujeres de diferentes generaciones es quizás los más atractivo de la película. Las vueltas de tuerca que revelan la otra cara de algunos personajes se dan de manera brusca y hasta predecible, más allá de una construcción previa algo pobre.
El título original de la película (La buena madre, en su traducción literal) y el hecho de unir a dos madres indica que probablemente hay una intención de desdoblar y desmitificar el rol de madre, pero nada de eso llega a explorarse. Casi todo se siente a medio camino y con trazo grueso, con un vago desarrollo de personajes que podrían haber explotado mejor sus matices.
Desde lo visual, la película tampoco luce muy atractiva. Algunos problemas o decisiones extrañas en torno a la iluminación y a la edición, sumado a una banda sonora que pretende forzar un tono que nunca encuentra dejan en evidencia a un director al que le falta oficio.
Detrás de la verdad deriva en un thriller genérico, apenas pasatista y entretenido que aunque no aburre tampoco ofrece demasiado en torno a los planteos que podrían ser interesantes: la maternidad, la escritura, las adicciones, las miserias, la corrupción.
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