«Como el mar»: Secretos familiares

La nueva película dirigida por Nicolás Gil Lavedra (Las grietas de Jara) se trata de una co-producción con Uruguay que explora vínculos filiales en un guion escrito por una de sus protagonistas Zoe Hochbaum y Gustavo Gersberg.

Azul (Zoe Hochbaum) y Paula (Sofía Gala Castiglione) son dos hermanas que acaban de perder a su mamá. Pero además de lidiar con ese duelo un secreto del pasado sale a la luz y puede cambiar de manera definitiva la relación entre ambas. Azul, que tiene 17 años, se entera de que en realidad es hija de Paula, de 34. Las dos entonces se embarcan en un viaje hacia Uruguay, primero a la casa de la tía Mecha (imprescindible participación de Carmen Maura) y luego hacia Cabo Polonio, donde vive el verdadero padre de Azul.

Si bien Paula es la adulta, sigue comportándose como la adolescente rebelde que no piensa en las consecuencias de sus actos y que en su momento abandonó a su mamá para irse a la casa de la tía, quien siempre está dispuesta a recibirla con los brazos abiertos. En cambio, a Azul le cuesta romper reglas o saltearse formalidades y a la turbulenta edad que transita se le suma toda esta fuerte revelación.

Construida como una road movie, Azul y Paula van juntas paso a paso, a veces sin soportarse y otras tantas tratando de entenderse. Con culpa y reproches, mentiras y verdades. Porque si bien la verdad es sanadora, puede doler tanto o más que una mentira complaciente.

El guion está construido de manera inteligente, muchas veces narrando con gestos y actitudes antes que subrayados. Y se permite cuestionar como todavía hoy es necesario el tema de la maternidad como algo que debería ser deseado. Una película de personajes femeninos, con sus mundos y sus choques.

Las mejores escenas son las compartidas por ese trío que termina de conformar Carmen Maura, actriz española de larga trayectoria que acá brinda una especie de puente entre las dos. Sofía Gala tiene un papel que le sienta a su medida, desenvuelta y despreocupada. Zoe Hochbaum, después de su papel en Asfixiados acá se convierte en toda una revelación haciendo además de coguionista.

Como el mar es una historia muy pequeña enmarcada en un viaje que culmina al lado de un mar azul. Con un guion que sigue a Azul y junto a ella va descubriendo mentiras que hoy la confunden sobre quién es realmente. En cierto modo en esa simpleza y economía resulta bastante previsible todo y aun así transmite una emotividad genuina, calidez más allá de tratarse de una historia con muchos secretos y por lo tanto mucha oscuridad.

Lo importante no es llegar, lo importante es el camino. Y ese camino está pavimentado con cariño y sencillez, lo que nos permite acercarnos a estas mujeres de distintas generaciones, criada cada una de la mejor manera que les fue posible. Y el horizonte, donde ese círculo se cierra, tal vez no sea más que el comienzo de algo nuevo que en realidad siempre estuvo ahí.

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