«Love Lies Bleeding» (Amor, mentiras y sangre): Ultraviolence

El segundo largometraje de la directora Rose Glass es un thriller negro y romántico con violencia, sangre y cuerpos musculosos. Protagoniza Kristen Stewart junto a un elenco conformado por la revelación Katy O’Brian y actores como Ed Harris, Dave Franco y Jena Malone.

He hit me and it felt like a kiss

Lou (Kristen Stewart) intenta dejar de fumar. Como toda adicción, una relación tóxica que brinda placer pero también hace mal. Alejada de su poderoso padre y con una hermana enfrascada en un matrimonio violento, Lou pasa sus días llevando adelante un gimnasio. Su vida de ignorar al padre y ayudar cuanto puede, y cuanto le permite, a su hermana se ve de repente sacudida con la llegada de Jackie.

Jackie (Katy O’Brian) no tiene un lugar donde caer muerta y sobrevive a base de changas y favores. Su sueño es participar y ganar en un concurso de fisiculturismo en Las Vegas. Cuando cae a entrenar, Lou queda inmediatamente hechizada por ella. Como es recíproco y además son dos personajes outsiders y faltos de cariño, ambas pronto se ven envueltas en un romance turbulento, con mucho sexo pero también anabólicos y, en algún momento, sangre y violencia.

Lou es una joven que quiere escapar de una vida peligrosa pero ésta siempre golpea a sus puertas. Kristen Stewart se destaca en otro rol arriesgado y diferente, como si todavía fuese necesario que demostrara que no es la actriz que salió de la saga Twilight. Con una carrera llena de papeles ricos y jugados, y habiendo trabajado con directores de la talla de Woody Allen, David Cronenberg, Olivier Assayas y Kelly Reichardt, Stewart se ha convertido en una de las actrices más interesantes de una industria a veces predecible y encasillada en moldes.

A medida que el relato avanza, los personajes se van descubriendo, con sus secretos y mentiras. Ed Harris interpreta al padre de las hermanas, llevando adelante un negocio grande pero también un poder que se maneja por detrás. Jena Malone como la hermana de la protagonista, es una madre y esposa que tiene una idea rota de lo que es el amor y permite el maltrato de un marido violento. Dave Franco es quien interpreta a este macho que siempre parece salirse con la suya y a quien Lou le desearía lo peor.

Esta segunda película de Rose Glass como directora (aquí también guionista junto a Weronika Tofilska) la muestra más libre y desenfada y menos contenida que con su ópera prima, la película de terror religioso Saint Maud. Sin adelantar más de lo necesario, Love lies bleeding, como en aquella, muestra cerca del final a sus protagonistas escapándose a modo de fantasía antes de verlas en el plano real en que las encuentra. Una decisión que seguro descoloque a varios por el choque con lo fantástico.

La historia se enmarca a fines de los 80s pero el tratamiento que hace la directora no es mera nostalgia, sino que ayuda a situarnos en una Estados Unidos específica con Reagan al mismo tiempo que aprovecha la estética ochentosa. A nivel argumental, a lo largo de toda la película se plantean un montón de cuestiones que en algún momento explotan juntas y puede parecer demasiado pero más allá de la mafia, de y las muertes ¿accidentales? y los sueños de triunfar o quizás simplemente sobrevivir, el eje es el amor. Esa relación entre las dos mujeres que hacen lo que pueden como pueden, cada una a su manera.

Audaz, divertida, salvaje, magnética, Love lies bleeding nos muestra a una directora que no teme al ridículo. Menos no siempre es más. La violencia y el amor pueden escalar hasta niveles más altos. Tal vez hablemos de una de las películas más románticas y sin embargo se sale de todo molde imaginable para esa etiqueta (de todos modos, ¿a quién le interesa las etiquetas?).

Hoy en día está muy de moda la expresión «tóxica» para hablar de personas y relaciones. El amor quizás para algunas personas tenga que ser así, como una droga a la que se necesita pero también lastima y en el fondo sabemos que hay que dejar si queremos sobrevivir… y quizás no. Porque también el amor puede ser aquello que nos fortalece y nos hace crecer y nadie aprende nada de lo que no deja huellas, marcas («Si te duele, siempre lo vas a recordar», decía Adam en la serie Girls).

Si el amor no va a ser con esa intensidad que promete revolucionarnos cada fibra del ser, algunxs pueden preguntarse para qué entregarse a él entonces. Quizás se trate de aprender a manejar todo eso, de llevar adelante una adicción sin permitirle que te mate.

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