«IF» (Amigos Imaginarios): Krasinski prueba suerte en el cine familiar

John Krasinksi es un actor que se inició en la industria a partir de su trabajo en la exitosísima «The Office», hoy recordada serie de culto sobre la convivencia laboral. Aquella propuesta de culto, lo impulso a tomar caminos más populares, y luego siguieron varios hits (series, pelis), hasta llegar a la dirección en 2016 con el drama «The Hollards» y luego explotar desde la silla con la franquicia «A quiet place». Aquí, extrañamente, a Kransinski quiere explorar el mundo infantil, pero con un twist personal. Alquimia que a la luz de los resultados, no funcionó. «Amigos Imaginarios» o «IF», («imaginary friends», en inglés), dirigida por John Krasinski, es una cinta que es de difícil definición. En la sala, el público menudo esperaba con ansias la aparición de los muñecos animados que en el trailer, invitan a la audiencia, pero ellos enmascaran una parte de la historia, que es más un drama que una propuesta divertida para la familia. Todo comienza cuando Bea (Cailey Fleming), una niña de 12 años, llega a NY con su padre (Krasinski, de una silla a la pantalla), quien está en vísperas de una operación de corazón seria. Durante el tiempo que ella no está con él (dado que el hombre está internado), permanece con su abuela, esperando que la situación se resuelva. Ella perdió a su madre hace un tiempo y está angustiada por lo que pueda suceder con su papá. Allí es cuando un día, sube un piso en el edificio por accidente y encuentra un personaje especial (una «IF»), que vive acompañada de Cal (Ryan Reynolds, lejísimo de lo que es capaz de hacer en cualquier film). Bea entonces tomará contacto con ellos y descubrirá que allí y en otro espacio cercano, estos seres imaginarios, están tristes porque sus amigos originales, han crecido y ya no los recuerdan ni piensan en ellos… O sea, es una crisis de madurez. Dejás la niñez y, en otras palabras, los abandonás. Ellos están angustiados y Bea entonces piensa en un plan para que puedan recuperar el sentido de su tarea. Cal ayudará a que esto suceda y en ese devenir, se darán situaciones tiernas, a veces tristes, a veces emotivas, en las cuales cada intento tendrá un resultado no muy auspicioso… Es decir, no hay que creer que aquí veremos el rol habitual de Ryan Reynolds estilo «Deadpool». Para nada, él es un secundario de Fleming, que con su carisma, se roba la película. Ella lleva el peso de la historia porque debe tramitar la aceptación de la pérdida de su madre, enfrentar los miedos por la operación de su padre y a descubrir el poder creador de su propia imaginación. Por un lado, la historia es previsible (si, ya verán) y su aporte más interesante es el costado melancólico y emotivo que respiran los personajes. A pesar de lo colorido que son los IF, no alcanza para divertir y deslumbrar a la audiencia menuda. Krasinski imprime un tono triste, reflexivo, del paso de la infancia a la… adolescencia? de la protagonista y eso frena la locura que debería implicar esos personajes (los IF) sueltos por el mundo. Hay un buen trabajo del equipo de arte, pero eso no alcanza para ofrecer un espectáculo divertido. Debe entenderse, el film está bien, pero no lo siento para chicos. Esperan algo que no sucederá. Léase, diversión. Supongo que el director, guionista y actor (ejem!), quiso que su propuesta transitara este camino. Como adulto, me parece una cinta interesante. Tiene algunos buenos momentos (la escena de la canción de Tina Turner o el casting que hacen Bea, Cal y el osito anciano con los diferentes IF, por ejemplo), pero no siento que sea una obra redonda cuando termina su derrotero.  Kransinski está en un aceptable momento creativo. Se lo reconozco. Aunque «IF» luce vistosa, trasluce cierta melancolía que hará difícil el boca a boca entre el público. En general, el público familiar no consolida dramas fuera de lo que es el mundo Disney…

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