«El Beso de Judas»: Una historia de venganza

Ópera prima de Martín Murphy, El Beso de Judas es una película de suspenso, drama y acción protagonizada por Damián de Santo y con actuaciones de figuras como Alfredo Casero, Martín Campilongo (Campi), Fredy Villareal y Gustavo Pardi.

Un hombre que perdió a su mujer y a su hija en un secuestro fallido. Una investigación cuya única pista es la presencia de un misterioso hombre en el lugar. Algún negocio que no salió como tenía que salir. Amistades perdidas en el camino y algunas que vuelven a encontrarse. Ladrones, policías, asesinos.

El Beso de Judas empieza como una interesante y típica historia de venganza: alguien que lo perdió todo decide investigar y buscar justicia, cerca de la ley pero no precisamente siguiendo sus normas. Sin embargo, ese comienzo intrigante pronto va derivando en un thriller con vueltas narrativas que se termina tornando caprichoso y tramposo, incapaz de llenar todos los agujeros de la trama, ni siquiera con la escena en mitad de los créditos que es más que un epílogo.

Alfredo Casero y Martín Campilongo interpretan a dos comisarios que trabajan en casos separados pero los une la relación con Diego (De Santo): mientras uno se acerca a él para interrogarlo y poder así descubrir quién o quiénes fueron los culpables de su trágica pérdida, el otro es un viejo amigo al que el propio Diego se le acerca después de haberse distanciado largo tiempo, confiado en que la policía por el camino recto no hará mucho ni muy rápido.

Entre flashbacks y algunos reencuentros se va componiendo lo que era la vida de este hombre, las relaciones pero también la sospecha de que su mujer quizás le ocultaba algo. Quizás hay muchas cosas que no se dijeron.

La película así acumula subtramas e intrigas sobre personajes y sus relaciones. Siembra interrogantes pero también confunde, porque bajo el lema de que no todo es lo que parece se permite engañar, jugar con lo que se ve pero también con aquello que no se ve. Un rompecabezas meticuloso.

Rodada en el conurbano, el director, que además se guarda un pequeño pero imprescindible papel como actor, aprovecha los escenarios y las locaciones para crear estos climas cercanos y al mismo tiempo algo sórdidos. Las actuaciones no sobresalen pero cumplen, se mantienen en un rango decente y sorprende porque algunos de los actores se caracterizan más por destacarse en comedia.

De premisa sugerente y atrapante, El beso de Judas se termina enredando en un montaje intricado y engañoso que hacia el final entrega respuestas develando los hilos de la trama. Sorprende De Santo en su protagónico pero aunque tenía buen potencial, la película con buen potencial se desinfla.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *