«Snow white» (Blancanieves): un regreso «aggiornado» parcialmente a los tiempos que corren
By Rodrigo Chavero 1 mes agoLa verdad es que el nivel de controversia mediática antes de la llegada de «Snow White» a salas, fue bastante intenso. El debate fluctuó entre el perfil de la protagonista femenina (muy discutida por su origen etnico) y la necesidad de innovar con una de las más antiguas propuestas de Disney. Sí, claramente es un intento de la compañía , por dotar de nueva vida a un clásico que tiene una marca temporal determinada pero visible, no tan fácil de «disfrazar» o «reinventar» en este 2025.
«Snow white» se estrenó hace casi 90 años, en 1937. Incluso aquellos que no se consideran especialmente «puristas» podrían sentirse intrigados por el accionar de una heroína que espera ser rescatada, y que no se corresponde con el empoderamiento femenino imperante. Escuchar al presonaje principal decir «Algún día mi príncipe vendrá» mientras mira fijamente el pozo de los deseos, alegremente mantiene la casa para siete enanitos, con uno mudo llamado Tontín, y es despertada por un beso no consensuado de un príncipe al que nunca ha visto, no suena buena prensa para este momento.
Sin embargo, también es cierto que todavía hay un enorme afecto por la película original, y el público tiene cierta predisposición a volver a ver esos elementos clásicos que contiene la historia.
Rachel Zegler es la encargada de dar vida a Blancanieves y como en otras oportunidades en este tiempo, compone a una heroína, lejos de la inocencia y fragilidad de la legendaria niña, para abrazar una versión más flexible, moderna y decidida. Pero es bueno decir, que si bien la intención es clara, la ejecución resulta un poco forzada, despojando a Blancanieves de su encanto característico (esto lo señalamos porque puede incomodar al espectador tradicional de Disney) y reposicionándola de acuerdo a el rol de la mujer en la actualidad.
La relación con los «Siete Compañeros» (ya no enanitos), tampoco es de las más felices, ya que carece de la magia y el humor del clásico, aunque es más tolerable porque iba a ser difícil una reversión de estos personajes sin caer en el grotesco…
El interés amoroso, Jonathan, interpretado por Andrew Burnap, se aleja del príncipe azul unidimensional para convertirse en un compañero de lucha con tintes de Robin Hood (?). Su relación con Blancanieves es de compañeros más que de enamorados, pero parece más adecuada a la trama presentada. Gal Gadot, por su parte, es la «Reina Malvada» y puede decirse que ofrece una interpretación caricaturesca que roza la autoparodia, despojando al personaje de su elegancia y maldad sutil. Nos encanta Gadot, aunque no así.
Además, esperaba que entonara mejor, pero no. Habrá que ver quien hizo el cast. Otros secundarios, como el Cazador interpretado por Ansu Kabia, intentan aportar complejidad a la trama, pero sus esfuerzos se ven diluidos en un guion que se siente sobrecargado y pobremente ejecutado.
En resumen, «Snow White» ofrece un envase aggiornado a este 2025 y se toma unas cuantas libertades para no pasar como una remake más. Quizás su problema principal es que no termina de decidirse por respetar la esencia del original ni por dinamitar lo que conocemos sobre Blancanives y su universo. El foco romántico está diluído y los conflictos parecieran enmascarar una intención de hablar francamente sobre dictadores y otras temáticas sociales que se diluyen dentro de la historia.
Eso sí, está muy bien filmada y no es extensa, lo cual se agradece.
Creo también que es una curiosidad que Disney se le haya animado a este clásico y más allá de que no me parece tan inspirada esta versión, para el nuevo público puede ser de interés.
About The Author
Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.