
The Big Bang Theory: La venganza de los nerds
Hace ya algunos años, los nerds parecen estar tomando las riendas. Tengo la teoría de que todos aquellos que fueron tomados de punto en la secundaria, crecieron para ser ejecutivos y artistas y ahora deciden vengarse de todos los otros demostrando que los que verdaderamente la tienen clara y son exitosos, son ellos.
Esta serie toma un poco de ese espíritu pero con un humor un poco más irreverente, donde ellos mismos se consideran inadaptados sociales, freaks que disfrutan más los juguetes que salir a la calle pero que sueñan con tener una relación estable. De repente, conseguir una chica, puede ser para ellos una razón empíricamente improbable.
Este grupo de cuatro amigos presenta a genios en diferentes ramas, donde uno tiene cero lazos sociales empáticos, otro es un atormentado que siempre se siente poco querido y aceptado por lo que aguanta lo que fuera por un poco de amor, otro que vive con su madre sobreprotectora y dice odiarla pero no puede dejarla y, por último, un incapaz de relacionarse con las mujeres que por momentos coquetea con la homosexualidad sin concretar demasiado.
Frente a este panorama, cuando una aspirante a actriz se suma, con sus pocas luces y su encanto, todo parece revolucionarse en Nerdland. ¿Por qué funciona? Porque los personajes son queribles. Frente a toda esa torpeza, suelen ser fieles en sus sentimientos y tienen capacidad de entrega y no puede quedar de lado el humor con mucha dosis de mala leche.
Y es que si son lo más bajo de la cadena alimenticia, aún así no deben perder el sentido del humor y la capacidad de reirse de sí mismos.
Mientras vamos conociendo padres, novios, novias, ex, dueños de tiendas de cómics y hasta estrellas de una saga de la que se es fan, los personajes van cambiando frente a nosotros para pasar de ser simples tipos con problemas a integrarse al mundo con sus problemas.
En ese formato de sitcom que en media hora aparentemente se resuelve una situación, fugazmente pasamos por esos intentos de superarse que terminan siendo una forma muy divertida y superficial de pasar por la pantalla de la tele. Serie que en su métrica se repite pero la fórmula funciona. No trae demasiadas cosas nuevas, pero no por eso deja de divertirnos. ¿Seremos tan planos? Sí, esta definitivamente es el último golpe de la Venganza de los Nerds: nos tienen esclavizados frente a la tele.