
«The Big Wedding» (El gran casamiento): Cuando la boda es sólo la excusa
La película de Justin Zackham es una remake de un film francés del 2006, Mon frère se marie.
Una comedia que gira en torno a una «gran boda». Lo que tiene como punto fuerte para llamar al espectador a ir probablemente a sala a verla, es su elenco multiestelar. Los veteranos Diane Keaton, Susan Sarandon, Robert De Niro y Robin Williams son sólo cuatro de los nombres conocidos. También actúan Ben Barnes, Amanda Seyfried, Topher Grace y Katherine Heighl.
El conflicto (uno de los muchos, porque evidentemente es una película coral) gira en torno a estos dos prometidos que quieren casarse y jurarse amor eterno frente a toda su familia, el problema es que uno de ellos es un colombiano que fue adoptado (el inglés Ben Barnes hablando español), hijo de una madre muy religiosa que promete que va a asistir a ésta. Sus padres adoptivos, Keaton y De Niro, hace tiempo que están separados y cada uno ha hecho su vida (sexual) como pudo, él, con el personaje de Sarandon, y ella con el sexo tántrico.
Y como la joven pareja quiere que todo sea perfecto es que deciden todos fingir que sus padres siguen estando juntos, cosa que no debería ser muy difícil al no entender ella inglés, pero no, no se llevan demasiado bien. Y es que, como siempre, la familia es caótica. Una hija que quiere quedar embarazada y no puede y encima se separa; un hijo doctor, exitoso pero que esperó muchos años el amor que no llegó y es virgen; la «hermanita» colombiana que aparece con todo su sex appeal a provocarlo.
El sexo es uno de los temas principales que va a utilizar esta comedia para brindar chistes y gags, poco efectivos en general, en una comedia previsible, apenas simpática. Lo caótico de la boda está bien representado, cómo todo confluye en querer arruinar un día que debería ser perfecto. Pero actores de la talla de los ya mencionados están más cerca del ridículo que otra cosa, se los siente tan desperdiciados. Y lo peor, es que la película apenas provoca risas.
Quizás uno de los problemas radique en querer abarcarlo muchos tópicos. Quizás en lo poco graciosos que están los actores, incluso Katherine Heighl que, podrá gustar o no (en mi caso sólo en ocasiones) es un rostro asociado a la comedia. Quizás en que la mayoría de los chistes giren en torno al sexo, y éstos sean, además, previsibles. O lo poco efectivo de los gags (ya sabíamos que te ibas a caer del trampolín).
El final es el esperado, el convencional. Todos sabemos que en estas películas lo que en la vida real sería una tragedia deriva en finales felices y comiendo perdices. Una pena que tantos actores de grande talla manchen su filmografía con este tipo de películas que no aportan nada al espectador.
Anexo de crítica por Rolando Gallego
Supuestamente todo comienza con una gran boda, la que da título al film, pero en realidad “El Gran Casamiento” (USA, 2013) de Justin Zackham, es una película que analiza relaciones sentimentales de un grupo de personas con algunos secretos.
La boda es sólo el disparador para que las miserias sean puestas al día. El McGuffin ES el casamiento, pero la relación entre los protagonistas mayores es el motor. Acá hay una joven pareja Alejandro y Missy (Ben Barnes y Amanda Seyfried), que decide casarse. Alejandro es hijo adoptivo de Don (Robert De Niro) y Ellie (Diane Keaton). La pareja está separada hace unos años y Ben ha formado pareja nuevamente con la mejor amiga de Ellie, Bebe (Susan Sarandon).
Alejandro decide invitar a su madre biológica, una mujer colombiana ultraconservadora católica (Patricia Rae) quien desconoce la separación de Don y Ellie, por lo que les pide que actúen como matrimonio durante la boda. Desde ese momento el casamiento se desvanece y lo que en otras clásicas comedias románticas que profundizan sobre el estrés y la locura de organizar como posibilidades, acá asistimos a un muestrario de situaciones relacionadas a la “tercera edad”, el Viagra, el sexo oral, las arrugas, el cuerpo en decadencia, los dolores, etc.
Por otro lado hay un grupo de jóvenes, los otros hijos de Don y Ellie, Lyla (Katherine Heigl) y Jared (Topher Grace), perdidos por el mundo y complicados con sus vidas. Lyla es una mujer bastante conflictuada y recientemente separada de su novio e inexplicablemente Jared es “casto” (hasta que llega la hermana biológica de Alejandro y… ejem!, mejor no spoiler tanto!).
Y aquí la película otra vez atrasa unas décadas, porque si bien arranca con una escena que intenta ser bastante “osada” (Robert De Niro intenta hacerle un cunnilingus-si otra vez esta horrible palabra- a Susan Sarandon mientras Diane Keaton accidentalmente está presente) después intenta imponer valores que ya hace tiempo han dejado de estar presentes no sólo en las películas norteamericanas, sino, principalmente, en la cultura, como la castidad, el matrimonio, la familia, la religión.
Con un gran elenco que incluye a David Rasche (el célebre Sledge Hammer) hasta la participación de Robin Williams (haciendo de cura, una vez más), Zackham hace lo que puede, con una puesta en escena lineal y sin artificios, para levantar el ritmo en esta comedia retrógrada y que quizás funcione mejor en una sala teatral. Algunos chistes efectivos, algunas bromas a otras stars de Hollywood (“No te hagas la Jane Fonda”) hacen de “El Gran Casamiento” una oportunidad más para ver el histrionismo de De Niro, Keaton y Sarandon en la pantalla grande, no más que eso.