
“Nightcrawler” (Primicia Mortal): Ladrón de noticias
Ópera prima direccional del guionista Dan Gilroy (hermano menor del más famoso Tony), Primicia Mortal es un film tan mordaz como preciso, certero y sobre todo, altamente adictivo. Lou Bloom comienza el film siendo un simple ratero de baja calaña, se las rebusca con lo que sea; pero no tarde en encontrar su filón. Una noche, casualmente, se cruza con un accidente de impacto, y puede ver como camarógrafos independientes se desesperan por captar imágenes del hecho, como sea.
Ni lerdo ni perezoso, Lou averigua de los propios protagonistas cómo es ese trabajo. Comenzando desde abajo, Lou sale con su cámara familiar y captura varias tomas, es ahí que tendrá su primer encuentro con Nina, directora de noticias de un canal de TV, quien rápidamente se sentirá interesada en lo que Lou tiene para ofrecer… Primicia Mortal es un dardo certero al mundo actual de las telecomunicaciones, y tampoco se ahorra dardos para el sistema actual que obliga a pisar cabezas constantemente para alcanzar las metas.
Lou es un Tony Montana, una suerte de Michael Corleone, un ser que empieza teniendo sólo ambiciones, y termina adquiriendo un poder más grande de lo que él mismo puede imaginar, descontrolado. El film es este riquísimo personaje, y Lou es Jake Gyllenhaal que lleva el asunto mucho más allá de una transformación física y entrega una interpretación simplemente sublime.
Sin el hermano de Maggie otro sería el film, cada palabra que sale de su boca, cada frase antológica que espeta Lou Bloom, es acompañada por una serie de gestos y una impostura que lo hacen único; hasta que alcance con una sola mirada para expresar más que los dichos. Primicia Mortal es dinamismo puro, el film, sigue a su protagonista en un día a día, quitándose del medio a todo lo que se le entrometa, y haciendo de un pequeño hecho un gran acontecimiento.
La cámara vibra con él, nos hace sentir esa adrenalina con tomas que simular ser cámara en mano por sus encuadres pero tiene la precisión de una mayor técnica. Hay un mensaje detrás de la captura de la primicia, del morbo, el sensacionalismo y la exageración, el film no ofrece un juego de víctimas y victimarios, todos son victimarios y víctimas a la vez; ese será el gran acierto de su inteligente guión también en manos de Gilroy.
Hay otro detalle, ineludible, Nina no es cualquier mujer, es Rene Russo, esposa del director, una actriz que maneja los tiempos de la sensualidad, que se apodera de la cámara y lw otorga un plus a sus diálogos. La chispa entre Lou y Nina, Jake y Rene es indescriptible, en un juego de poder cíclico. Alejada de su anodino rol menor en la saga Thor, Russo vuelve a darnos otro de esos roles que le salen a la perfección, la diosa madura capaz de conquistar a quien se le ponga en frente para logra lo que quiere.
Son muchos los factores que hacen de este un gran film, uno de los mejores del año, por lo menos entre los salidos de la meca del cine industrial. Ardiente, intrépido, entretenido y soberbio, apreciarlo genera mayores emociones que estar frente al rojo cartel de PRIMICIA.