#BARS24: Un poco de la Competencia Argentina

El Buenos Aires Rojo Sangre es el lugar ideal para apreciar cómo continúa creciendo el cine de género en nuestro país. Desde diferentes regiones de la Argentina, un primer vistazo a alguna de las películas que compiten:

Al impenetrable es una película rodada en Chaco dirigida por Sonia Bertotti y escrita junto a Juan Manuel Domínguez. Con protagónico de Guadalupe Docampo, la historia gira en torno a un grupo de documentalistas que se adentran en el impenetrable chaqueño para convivir y documentar cómo vive una comunidad Qom. Pero este equipo de tres personas pronto queda varado e incomunicado en este lugar. Más rara se torna la situación cuando despiertan una mañana y la comunidad se encuentra vacía, como si fuese un asentamiento fantasma, con las cosas abandonadas a medio usar o hacer.

Sin comida y sin agua, intentan aprovechar la luz del día para salir del bosque y llegar a una carretera que los pueda conducir o conectar con alguien. La historia de supervivencia se intensifica cuando escuchan ruidos como disparos y son conscientes de que sus vidas corren un peligro mayor del que esperaban.

La película por momentos coquetea con el found footage, al principio con los testimonios de las personas de la comunidad que son entrevistadas y luego con el camarógrafo que a veces utiliza la cámara para alumbrar el camino a mitad de la noche y otras tantas para registrar los secretos que les serán revelados. La cámara entonces se convierte en un personaje más sin por eso recaer en los vicios del found footage.

Guadalupe Docampo se destaca en su rol protagónico pero el guion no siempre ayuda a que se desempeñe de la manera más creíble, haciendo que el trío gire y se estanque, lo cual de todos modos acentúa la tensión de la película. La resolución algo abrupta tampoco colabora. Aun así no deja de ser una propuesta interesante y bien filmada que además funciona como reflexión sobre la realidad social y ambiental.

Marisa y Gomoso es la película número 16 de Pablo Parés, quien no sólo es uno de los asiduos del festival que lo vio crecer sino también uno de los responsables de que el cine de género nacional se animara a superar las limitaciones presupuestarias y se dejara llevar por la creatividad. El director de la saga de culto Plaga Zombie nos regala ahora una comedia divertidísima y llena de un humor incorrecto que además cuenta con personajes ricos e interesantes y una puesta en escena muy lograda. La historia gira en torno a una joven que acaba de divorciarse y se va a vivir sola al conurbano, lo que la llena de miedo como la mujer que solo estaba acostumbrada a un estilo de vida que ya no se puede permitir. Y entonces se reencuentra a Gomoso, un muñeco de peluche con el que saltó a la fama hace muchos años en un programa infantil. Eso lleva a una serie de situaciones que van moldeando, o no, a sus protagonistas.

Absurda, kistch y con mucho oficio a la hora de narrar desde lo audiovisual, Marisa y Gomoso es mucho más que una película para el público incondicional del BARS. Es cierto que su humor negrísimo nunca le permitirá saltar a lo mainstream pero esta es gran parte de su encanto: cuando se cree que la provocación ya no puede ser peor, encuentra la manera de superarse. Nadie queda a salvo.

Y sin embargo ahí también están estos personajes a veces tan horribles y a veces tan encantadores. Bianca Temperini protagoniza y también co-escribe y produce y edita y es una parte de un gran trabajo colectivo que demuestra que es posible hacer cosas buenas e interesantes con poco presupuesto. No sólo es gente divirtiéndose, es gente con mucho talento. Una sorpresa muy recomendable que además cuenta con la participación de Leevon Kennedy.

Sigilos del bosque viene desde la Patagonia. Escrita y dirigida por Llao Navarra, se trata de una producción rodada en El Bolsón. Otra película que cuenta está hecha de manera muy independiente y en este caso con el plus de ser de época.

Es el primer largometraje fantástico realizado en El Bolsón y con un equipo conformado por locales. La narración oral es la gran protagonista de esta historia que en realidad está compuesta por muchas. Es así que gran parte cuenta con una voz en off que describe lo que sucede como si fuese un cuentito. Este recurso lamentablemente se agota bastante rápido, es difícil de sostener a lo largo de todo un largometraje. De hecho, varias historias han nacido como cortos que acá se reunieron y cobraron otra forma.

Las historias dentro de la historia giran en torno a sucesos extraños que han sucedido a lo largo de la llamada Conquista del Desierto. Entre el inglés y el español, las historias se van entremezclando y dando lugar al misterio que es el verdadero corazón de la película. Pero ésta se apoya más en esos diálogos que en la imagen a veces, lo cual es una pena porque se trata de una producción que sortea sus carencias presupuestarias con un gran uso de las soñadas locaciones y una creación de atmósferas entre el terror y la tensión, haciendo además un buen uso del fuera de campo.

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