tres_d_ew

#BAFICI 16 (XII): la movida argenta inicia

tres_d_ew

En general siempre trabajamos sobre tres títulos en cada post, pero en esta oportunidad cambiaremos ese esquema y dejaremos nuestra opinión sobre dos títulos de Competencia Argentina. Ellos son «Tres D», de Rosendo Ruiz y «Una canción coreana» de Gustavo Tarrío y Yael Tujnaider.

Para empezar, es bueno saber que Ruiz. hizo una de las mejores películas argentinas de los útlimos años (para mí) y nada menos que desde Córdoba. Hace cuatro años conocí «De caravana» y me llamó la atención la capacidad de este cineasta por hacer un producto simple, directo, capaz de coquetear con el mainstream pero sin perder el color local y el sello independiente de su cine.

Aquella valiosa cinta, no fue un episodio aislado. Enrolado en lo que sería el «Nuevo Cine Cordobés», Ruiz comienza a explorar un poco más sobre el mundo de la industria local en el circuito off, y nos trae un film de difícil clasificación, pero muy disfrutable.

No se decir si «Tres D» es una comedia o un ensayo documental ficcionado. Tampoco si importa más la trama que el fondo (prestar atención a eso) o si todos podrán apreciarla en su dimensión integral, dado que desfilan muchas figuras del cine argentino no industrial haciendo de sí mismos y aportando su visión sobre la escena local.

La historia transcurre en el Festival de Cosquín del año pasado. Hay un joven cineasta (Matías Ludueña) que llega a la ciudad, contratado por la organización para seguir el pulso del evento.

Debe entrevistar directores, productores y de paso, hacer sociales. Lo acompaña, accidentalmente, Micaela (Ritacco), también ya con un largo en su haber y ganas de pasarla bien en el festival.

tres_d_2_DEw

Matías se alojará en un hotel y desde allí comenzará a visitar distintos espacios en la ciudad, para charlar con directores muy importantes de la movida independiente (lo de Campusano es sencillamente fantásticos a la hora de explicar su cine y prestarse a jugar con los chicos) y resolver algunas cuestiones que le interesan, conseguir producción para un proyecto propio y tal vez, acercarse a la linda Lorena (Caviccia), quien se aloja en el mismo piso que el pero que vino a Cosquín, por otras razones.

La trama romántica, no importa mucho pero funciona como fondo, para lo que Ruiz quiere mostrar, que es el backstage de un festival, los elementos que se juegan en la industria más allá de lo visible y transmitir, en un envase divertido y simpático, la opinión seria de un interesante grupo de críticos y hombres del medio.

Hay discusiones, mesas de café, reflexiones sobre el valor de los festivales… Para los que transitamos esta actividad, «Tres D» es una película clara y potente, que trae grandes líneas en sus entrevistados y que decantan inmediatamente en la audiencia sensible. Y les digo, escuchar a Nicolás Prividera, Gustavo Fontán y al gran José Campusano en ese tipo de conversaciones, no tiene desperdicio.

Ojalá este trabajo de Ruiz, (de quien les digo, es director de mejor proyección del cine del interior actualmente) no quede solo en la ánecdota festivalera, sino de pie a otros similares.

No hay dudas de que «Tres D» es la consolidación de una incipiente y prometedora carrera para Rosendo Ruiz. Esperamos un proyecto comercial y masivo, (una rom com de tinte bien cordobés, regada con mucho fernet como «De Caravana»?) para que todos conozcan a este director, la industria espera mucho de él.

una_cancion_coreana_1_Ew

Y de allí, en la misma Competencia Argentina, nos vamos a un documental que integra la grilla y nos había llamado la atención en la previa: «Una canción coreana». Para los que no lo saben, es el nombre de un restaurant en la calle Carabobo al 1500, propiedad de la familia de la soprano An Ra.

Ella es una ama de casa aplicada, amable y típico ejemplo de la inserción de la comunidad en Argentina. Vive en el Bajo Flores y realiza varias actividades artísticas allí, la más destacada es sin dudas, la interpretación y el trabajo con coros. Gustavo Tarrío y Yael Tujsnaider se encargan de seguir a la protagonista, a lo largo de su día.

Registran su relato, haciendo historia de cómo llegó su familia a Argentina, la acompañan en su perfomance en un teatro del under, la siguen en comercios y también, incluso, en un viaje familiar donde el film terminará por cerrar algunas ideas, sobre el valor que le da la cultura coreana a la expresión en todas sus formas.

An Ra es metódica, precisa y sumamente amable, por lo cual, «Una canción coreana», es un documental amable y accesible, en el que nos adentramos no sólo en su figura, sino en el micromundo en el que giran sus afectos.

No hay muchos ejemplos de observación de esta comunidad en fílmico, así que esta es una buena oportunidad para saber más sobre como viven y la importancia de los valores que sustentan la fisonomía de quienes son inmigrantes coreanos en nuestra tierra. Si lo tuyo es acercarte a ella, no dejes de elegir adentrarte en esta melodía y compartirla.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *