«L’amant d’un jour» (Amantes por un día): sobre el amor y el desamor

Pensaba cuando me disponía a escribir esta reseña, en quien sería el objeto potencial de lectura de la misma. Si esta review podría ser leída por seguidores de Philip Garrel, o si era una invitación para aquellos que no conocen su cine, y quieren hacer la primera experiencia de visita a ese universo.

Desde ya, hablar de Garrel es hablar de la historia viva del cine galo. De la suerte de tener aún entre nosotros a un representante de la Novelle Vague aún rodando. A un hombre que transitó el mayo francés y pudo retratarlo, como documentalista y diseñando historias para transmitir su mística.

Ese cineasta, sostiene su pasión con todo su ser. Narra historias sensibles en las cuales sus personajes se mueven en mundos pequeños, escenarios austeros propicios para el despliegue de las emociones más primarias. Aquí, como en muchos casos en su trayectoria, elige una paleta en puro blanco y negro, promoviendo un foco particular en sus atribulados personajes.

Garrel siempre apela al amor. Intenta explicarlo, exponerlo. Problematizarlo. También a las crisis derivadas de ese sentimiento. Grafica los finales de etapa, esos que duelen en el cuerpo. Es proclive a explorar el dolor, la angustia y la incertidumbre de no poder manejar las emociones que estabilizan al amor. "Amantes por un día" va en esa dirección.

Construye la idea de abrir una ventana de reflexión sobre qué amamos, por qué amamos a cada quien, y cómo atravesamos los difíciles momentos del desamor, con todas sus letras. Esta es una historia muy simple. Un profesor de filosofía, Gilles (Éric Caravaca) recibe la visita de su hija Jeanne (Esther Garrel).

Ella viene de separarse de su novio y debe buscar un espacio para vivir transitorio, mientras re organiza su vida. Está destrozada. Pero su padre no está solo. Desde hace un tiempo convive con una ex alumna suya, Ariane (Louise Chevillotte), que tiene casi la misma edad que ella. Los tres, entonces, deberán convivir en el mismo espacio físico.

Y esta nueva vinculación ofrecerá muchas aristas intensas, derivadas de las búsquedas personales que hacen los protagonistas de la historia.

Gilles y Ariane parecen estar sólidos como pareja, pero lo cierto es que descascaran en capas silenciosas, presos de la falta de un vínculo sano que les permita resolver el tema de la fidelidad. Jeanne siente que su fracaso es abrumador e intenta ponerle fin a su vida.

Las mujeres de Gilles irán avanzando sobre un campo de vivencias y reflexión muy interesante, que ofrecerá una mirada crítica sobre los discursos habituales que giran en torno a la monogamia, la importancia de la comunicación y los acuerdos en la pareja, y el trabajo con la pulsión, fundamental en personajes tan cultivados.

"Amantes por un día" es una película que refleja los interrogantes que atraviesan el cine de Garrel, una vez más.

Es una historia chiquita, que se escapa de los cánones tradicionales del cine industrial y muestra a un autor con todas las letras. No es de los más inspirados, pero como muestra de lo que este francés hace, es más que suficiente para garantizar un atractivo producto. Y sí, es un autor que deberían conocer, si aún no han recorrido su obra.

Amante Por Un Dia Trl from DCPAR on Vimeo.

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