
«La huella del Doctor Ernesto Guevara»: el hombre detrás del mito
Un rompecabezas llamado Che Guevara Detrás de todo gran mito hay un hombre, eso es lo que parece decirnos Jorge Denti en La huella del doctor Ernesto Guevara… o mejor dicho, antes del mito hubo un hombre, una persona de carne y hueso como todas, y en descubrir cómo era esa persona tal vez encontremos el origen de la figura. Así como Walter Salles lo hizo en la ficción con “Diarios de Motocicleta”, Denti retoma el guante pero desde el plano documental, acá el espectador no se va a encontrar con la estampita, con la imagen de la remera, o con la foto retocada; simplemente porque no hablamos del Che, hablamos de Ernesto.
Recibido en medicina, y junto a su amigo “Calica” Ferrer, Ernesto Guevara juntó pocas cosas de las que tenía y emprendió un viaje por gran parte del continente americano.
Allí, relacionándose con los más necesitados, refugiándose en las zonas más recónditas, y brindando su ayuda a todo el que podía…su predisposición a ser quien fue, comenzó a alumbrarse en él… ese viaje desembocaría en lo que ya todos conocemos… pero el director va a preferir dejar esto último para otro trabajo, acá lo que importa es la etapa previa, la del médico aventurero, el que se las rebuscó con varios oficios para poder subsistir en los distintos parajes, el viaje iniciático.
Jorge Denti toma a esta persona como si fuese una gran hoja en blanco, un lienzo, y sobre ella va construyendo algo con elementos de variados orígenes; hay fotos, filmaciones caseras, archivos periodístico de varios noticieros para ubicarnos en época, y varios testimonios; el armado final de todo eso será tener una idea de quién fue Ernesto Guevara antes de ser el Che Guevara, si están los lazos entre uno y otro será cuestión de la suspicacia, voluntad y pericia del espectador. El trabajo del director es hacer que todo este “armado” fluya correctamente, y lo cierto es que se sigue con suficiente interés, contando una historia, sabiendo uno en dónde va a desembocar, pero a diferencia de una ficción, acá el saber “el final” es algo positivo, porque permite la mirada con perspectiva.
La elección de centrarse en los orígenes y dejar (casi) fuera de foco los hechos “de guerrilla y política” parecieran ser deliberados pero por más de una razón.
Otro de los propósitos de Denti pareciera ser el no querer dejar a nadie afuera, salvo determinados momentos o apuntes ineludibles y lógicos, “La huella del doctor Ernesto Guevara” se muestra con un cierto modo imparcial, como analizando todo desde afuera, precisamente como cuando se contempla a un rompecabezas terminado. Se rehúsa (la mayoría del tiempo) a hacer fuertes definiciones políticas, a dar una posición sobre lo que vendrá después, en definitiva, se limita (quizás inteligentemente) al hombre que sólo quería vivir una aventura con su amigo arriba de una moto y dar una mano – enorme – a los necesitados y desamparados. En definitiva, algo similar a lo que pasaba con el film protagonizado por Gael García Bernal y Rodrigo de la Serna.
Hay que decir que, a su vez, a algunos espectadores ávidos de un relato de militancia directo, podrá quizás resultarles esta realización, distante o hasta fría (me atrevo a decir con la distancia justa).
Lo cierto es que la calidez está en otra parte: la idea que prima es acceder desde otro ángulo a la construcción de un perfil muy conocido y debatido a la largo de la historia, desde otro aspecto, y por lo tanto descubrir rasgos desconocidos en la figura legendaria que todos tenemos impresa en la mente. Jorge Denti construye un relato ameno e integrador, dejando las polémicas de lado, y ahí su mensaje queda más claro que nunca, es así que hablamos tan solo de un hombre, y es muy interesante volver a repensar su recorrido desde una faceta más doméstica e interna. Si el tema les apasiona, no deberían dejarlo pasar.