«Veloce come il vento» (Veloz como el viento): sentimientos en la pista

Semana tras semana venimos dando cuenta del cine de género que se produce fuera de las esferas de Hollywood. Sin resignar a localismos y marcas que lo harán autóctono, se puede apreciar cine de terror, animado, comedias de fórmula, acción, o Ciencia Ficción, proveniente de distintos lugares del mundo sin que se tenga nada que envidiar a superproducciones de muchísimo mayor presupuesto y apoyo.

Este es el caso de “Veloz como el viento”, nueva película de Matteo Rovere (Homo Homini Lupus), que prueba al cine italiano dentro del adrenalínico mundo de las carreras automovilísticas.

Pero claro, si hablamos de cine italiano puede haber acción y automóviles que corren a cientos de kilómetros por hora, pero lo que no puede faltar es la emotividad a flor de piel.

Basada en un hecho real – ya el aviso predispone –, la historia gira entorno a una familia, los De Martino, con una amplia trayectoria en el mundo de las pistas, tanto subidos a un vehículo competitivo, como sponsoreando a otros corredores.

Papá ha muerto, mamá no hay, se fue, y es la joven Giulia (Matilda De Angelis), de tan solo 17 años, quien debe hacerse cargo de los negocios y de la familia. Ella no está sola, tiene un hermano pequeño, frágil, y un hermano mayor, Loris (Stafano Accorsi), ex estrella del automovilismo, sumido en la desgracia tras el abandono y la caída en las drogas.

Giulia, piloto ella también, se entera que la familia está acorralada por las deudas, y la única solución será salir campeona del torneo GT.

Ella es aguerrida pero inexperta, y para superar los escollos deberá dejar las diferencias de lado y aunar fuerzas con el recientemente retornado, su hermano Loris.

Levemente inspirada en la historia del campeón de Rally durante los años ’80, Carlo Capone, luego desgraciado por los vicios; Rovere revistió “la realidad” de todo lo necesario para que su film cuente con todos los ingredientes del género.

Sin grandes artilugios y recurriendo a un trabajo de artesano manual, la cámara y la fotografía impregnan el ritmo necesario del cine deportivo y más aún el de carreras. No hay aquí un despliegue ni maniobras que huelen a improbables (o a actores atados a cables, en verdad), todo es manejo del timing y la puesta de cámara.

Este clasicismo será uno de los puntos más fuertes del film, que parece ir a contramano de lo que se propone desde otras películas contemporáneas. Hay timing pero no hay rito apurado, hay sudor pero no velocidad humana malgastada. Es una historia de superación, personal y familiar, en el que la cámara acompaña como observadora y se limita a aplicarle la garra que el asunto necesitaba.

Claro, tampoco escapa a la épica que se pide de estos productos; pero aquí se encuentra mezclada con un cúmulo de fibras sensibles que más de una vez traspasan lo manipulador. Para que quede claro, hay golpes bajos, resaltados y sobrexplicados que solo ven la necesidad en buscar la emoción directa y por qué no, la lágrima o llanto.

En los diálogos será que nos demos cuenta que estamos frente a un proyecto de la filmografía italiana; palabras y frases fuertes, tonos imperantes, exacerbados, nuevamente, remarcados.

En el entorno familiar, en esos lazos inquebrantables por la sangre, es en donde Rovere halla la línea para dejar correr el costado más emocional de su relato, que se extenderá aún en las escenas más vigorosas, pero nunca convulsionantes.

El experimentado Accorsi, junto a la nobel De Angelis logran buena química, y hacen de sus criaturas personajes creíbles, con carnadura. A ellos habrá que sumar también al pequeño y adorable Giulio Pugnaghi, que se adapta cómodamente a la propuesta, y a lo que será el trío familiar frente a la adversidad.

Filmada como en la vieja escuela, pero sin que se note vetusta, con adrenalina y corazón, pero sin abrumar, “Veloz como el viento” es una correcta propuesta dentro del cine deportivo más clásico y rendidor.

Tampoco olvida sus orígenes y recurre a los viejos y conocidos guiños emotivos para capturar a un público amplio. Aquellos que quieran experimentar emociones fuertes y sentirse victoriosos junto a nuestros personajes, tendrán aquí el refugio correcto. 

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *