«Profondo rosso» (Rojo profundo): Giallo, el origen

Hablar de Darío Argento, es hablar de palabra mayor. Si bien las nuevas generaciones no lo conocen, los 70′ y los 80′ vieron grandes producción de terror de este eximio director, tales como «Suspiria», «Inferno», «Ténebre» y este «Rojo profundo», seguramente el Giallo de referencia para explicar los alcances del género. 

El film que llega a cartelera porteña hoy, es del año 1975 pero la copia que podrán ver, es una joyita en cuanto a tratamiento del color ya que la tecnología ha permitido incluso, una edición hermosa en 4K. Para los que no conocen la definición de «Giallo», podemos decirles que es una cinta de misterio, con elementos policiales, donde corre mucha sangre (digamos, un slasher de nuestro tiempo) y cuyo asesino/s, se develan hacia el final, luego de un rastro de importantes asesinatos previos.

El término refiere específicamente a productos del cine italiano de los 70′ aunque se ha recreado manteniendo las condiciones, en todas las geografías (incluso hay uno local, «Abrakadabra» de los hermanos Onetti en 2019).

Posee elementos particulares (criminales con guantes, cierta oscuridad en los ambientes, música progresiva, guiones con vuelta de tuerca, etc) que lo hacen único y que se conjugan para brindarle al espectador la posibilidad de experimentar miedo e intriga.

«Rojo profundo», en ese sentido, es el modelo de «Giallo» clásico. Tenemos un pianista famoso (David Hemmings), que observa desde la calle una figura enigmática apuñalando a una mujer, en la ventana de un edificio. Alarmado por el cuadro que ve, sube a ofrecer ayuda pero encuentra un cuadro trágico: la medium (Macha Meril) ya está muerta y pocos indicios se encuentran acerca de quien podría haber llevado adelante el crimen. La policía interviene y a partir de ahí, el protagonista unirá sus fuerzas con una periodista (Daria Nicoloni, ex pareja del director y madre de Asia Argento!) para desentrañar el hecho, aunque la escalada de violencia tendrá varias estaciones hasta desembocar en un potente cierre.

Argento sabe como crear atmósferas inquietantes y a pesar de que el film no puede ocultar sus años, el suspenso se desarrolla sin problemas. Dentro del cast, Hemmings no me parece de los más lúcidos para este rol, pero siendo un Giallo, no desentona en lo suyo. El resto del cast hace lo suyo discretamente, siendo el clima el correcto para lo que propone.

Creo que el valor de este reestreno, está dado por la fuerza del Giallo, frente a productos mainstream del género, muy por debajo de la media. Cuando revistamos este tipo de producción y la contextualizamos, nos preguntamos, ¿dónde están las nuevas ideas? ¿por qué no hay directores indies dispuestos a innovar en el género? Y si los hay… ¿qué sucede que sus proyectos no trascienden?

En cierta manera, «Rojo profundo» muestra que en ese tiempo y en esas circunstancias, se podía innovar en el cine de terror, con presupuestos acotados y mucha audacia. Ahora, eso no es frecuente y luce preocupante para la industria. A pesar de que semana a semana llegan títulos que aportan material, lucen lejos de los clásicos del género…

Buena propuesta para relajarse y disfrutar de una copia increíble de un film que marcó tendencia en su momento. Me quedo pensando cuan potente es el Giallo, aún a la distancia. Sorprendente…

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