
“Nadie quiere prestar real atención a lo que sucede con las comunidades que viven en el monte chaqueño” Franco González, uno de los directores de «UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos»
Luego de pasar por el 28 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata finalmente «UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos», dirigida por Julián Borrell, Franco González y Demian Santander llega a las salas. Pudimos hablar con Franco González, uno de los realizadores a propósito del estreno y la invisibilidad del tema en los medios tradicionales de comunicación.
¿Por qué el cine documenta esta realidad que vive la comunidad indígena y no el resto de los dispositivos?
No sabría decir por qué, aunque puedo arriesgar que tiene que ver con que el documental no necesita justificarse intelectualmente, y quizás otros medios sí. Al estar libre de esa premisa, está más suelto a la hora de introducirse en ambientes y realidades que le son absolutamente extrañas y ajenas. Se puede hacer un registro absolutamente seco, o no, como nuestro caso; pero en todo caso se puede dejar la labor intelectual a otros.
Dada la urgencia de la temática, ¿cómo pensaste su registro independientemente de la noticia concreta?
Nosotros llegamos a esa región del Gran Chaco sin una idea concreta o una hipótesis. Queríamos ver qué surgía de la convivencia. Nuestra experiencia anterior, una ficción que termina con las comunidades Guaraníes en Misiones, nos había hecho pensar en lo difícil de romper la dinámica con ese otro narrado por una cámara que se impone. Eso, más la búsqueda de un ojo que no esté tan expectante, sino que sea más dinámico, fueron las únicas premisas que pensamos con respecto a cómo realizar ese documento.
La historia surgió espontáneamente y fue la necesidad de las comunidades las que hizo que se quebrara de manera más fácil la barrera del extraño que llega ahí con su cámara. Una vez presentada la situación, nos introdujimos en el conflicto y buscamos que el registro fuera lo más cercano a esa espontaneidad con la que surgían las noticias o la información que nos llegaba.
Además de la lucha por el río y las comunidades que conviven con él hay una historia secundaria que es la de poder lograr mantener una identidad y corresponderla por cercanía con otros centros de identificación, ¿por qué crees que pasa esto que se identifican más con Bs.As que con Bolivia y Paraguay que están más cerca?
Creo que más allá de la conformación de su identidad como pueblo Wichí, están atravesados por las mimas instituciones de los Estados Nación moderno y saben que para resolver las distintas problemáticas que tienen, deben recurrir a las autoridades que comprenden a esa región subjetiva llamada patria, que atiende en Buenos Aires.
¿Cómo fue el proceso de investigación del filme? ¿Fue previo o en paralelo al rodaje?
No fuimos con una idea de antemano, habíamos investigado sobre cuál era su situación (que nada se sabía de esta problemática) y nos encontramos antes de viajar con antropólogo que había trabajado en la zona, pero fuimos abiertos a lo que sucediera. Apenas llegamos nos encontramos con un corte de ruta por la falta de peces en el Pilcomayo, y a partir de ahí fuimos descubriendo a medida que grabábamos, cuál era el origen de esa falta de Sábalos. Eso nos llevó a tener que viajar por Formosa, el Chaco Tarijeño en Bolivia, y Paraguay.
¿Por qué ante lo evidente de la realidad (sequía, desmonte, petroleras y mineras en la zona) se sigue negando lo obvio?
Creo que tiene que ver con que es una realidad que incomoda a cualquier gobierno. Sólo se visibiliza cuando le conviene políticamente a algún medio (como el caso de Jorge Lanata recientemente), pero en el fondo nadie quiere prestar real atención a lo que sucede con las comunidades que viven en el monte chaqueño, y que ahora están más amenazadas que nunca con los grandes agronegocios. Darle derechos es quitarle privilegios a las oligarquías de cada provincia, que han hecho y siguen haciendo lo que quieren en esas zonas aísladas de los centros urbanos.
Como realizador, ¿cuál crees que es el aporte específico del filme a la situación?
Creo que aportamos una herramienta que ellos mismos nos solicitaron una vez que llegamos, para debatir entre las comunidades que viven a la vera del Pilcomayo. El documetal ayuda a la discusión, y también abre a la complejidad de un tema que no se cierra sólo a las comunidades de este lado del río, sino también a las que están más arriba, como la Weenhayek en Bolivia.
¿Las comunidades pudieron ver UAHAT? ¿Qué les pareció?
Presentamos el documental hace un año en la comunidad Wichí de Santa Victoria Este. Tuvo un buen recibimiento, más que nada, porque puso en manifiesto que no es un tema que sólo les compete a ellos, sino a otras comunidades también, y la película lo muestra. Y también nos dijeron que los presenta como un pueblo que lucha, no como un pueblo perdido en la marginalidad, algo en lo que caen los medios porteños a la hora de mostrar su realidad.
¿Cómo fue trabajar en conjunto para filmar? ¿Es más fácil?
Nosotros venimos trabajando en conjunto, junto a Demián Santander y Julián Borrell, hace varios años. Ya tenemos una dinámica formada que nos hace poder sortear las dificultades propias de cualquier rodaje, y más cuando son en viaje. Nuestro primer largometraje también fue pateando la ruta, y con este terminamos de fortalecer una manera de hacer cine, que no quiere decir que es la única a la que apuntamos.
¿Cuáles son tus expectativas frente al estreno?
El haber podido estrenar gracias a Santiago Podestá, nuestro productor, y la gente del DOCA ya es un logro muy importante. Es la primera vez que estrenamos comercialmente y la verdad que nos pone muy contentos poder poner en cartel en el Gaumont, con todo lo que significa desde la militancia del cine, una realidad que necesita ser vista para poder profundizar poco a poco en las realidades contemporáneas de los pueblos que habitan desde hace siglos estas tierras.
¿Cómo acompañarás al filme?
Vamos a estar todos los días de la primera semana en el Cine Gaumont para la función de las 21.40, hablando con la gente y sumando a la discusión de las realidades de los pueblos originarios en su contemporaneidad. Y también estamos haciendo todo lo necesario para poder estrenarlo en los distintos espacios INCAA en el país, haciendo principal hincapié en el de Salta y Formosa.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Si, estamos trabajando en distintos proyectos. El que va muy encaminado es una ficción que si todo va bien rodaremos el año que viene. Y después en carpeta tenemos un documental que se involucra con las distintas realidades de la zona de islas llamada “Lechiguanas”.