Es sabido que Sony ha atesorado y explotado al máximo su único pie en Marvel con un universo que ha tenido (a esta altura), luces y sombras. Ha generado unas cuantas cintas, organizadas (directa o indirectamente) en torno al Hombre Araña y ha facturado mucho. No todo ha sido de calidad. Recordemos Venom, Morbius (fracasos) con las del «Spider-verse», éxitos rotundos. Sin embargo, parece que esto no ha sido suficiente para saciar la multiplicación de proyectos porque el estudio ha decidido incorporar una protagonista femenina a éstos héroes e heroínas y así es que llega Madame Web a la pantalla grande.
Para quienes no son habitués de los comics, ella es un personaje secundario dentro del universo de Spiderman. Sin embargo, los ejecutivos de Sony se han convencido de que sería una gran idea recrear su perfl, modificarlo, y cortar algunos miles de tickets… digamos. No es que no encontremos sentido artístico aquí, lo que nos importa es la liviandad con la que se encara el proyecto.
Primero, permitanme decir que me encanta Dakota Johnson. Una girl-next-door versátil, humilde, buena actriz, dispuesta a crecer en la industria. En el cast, la rodearon de un grupo de jóvenes actrices con proyección (sin ir más lejos tenemos entre ellas a Sydney Sweeney, quien sigue en cartel con su «Anyone but you», de gran éxito en taquilla) pero con la evidente dificultad de que la historia, es una de superheroes (o heroínas), sin poderes físicos.
Esto que a simple vista parece algo no tan determinante, colabora con la propuesta en su tono discursivo. S.J.Clarkson está al mando del barco (viene de la tevé donde trabajó para Marvel, en «The Defenders») pero sus tres guionistas no parecen haber acertado con la línea de abordaje de la historia. Recordemos que en el cómic original, ella (Madame Web), está postrada y conectada a una máquina en todo momento, cuestión que no se repite en esta versión. ¿Eso importa? No, realmente no. Lo que sí importa es cómo avanza la historia y de qué forma se va vislumbrando la naturaleza del conflicto en este colorido grupo de mujeres…
Al principio decíamos, conocemos a Cassandra (Johnson), paramédica y chofer de ambulancias en Manhattan. Corren los 80′ y su vida es bastante vertiginosa. Ella realiza un gran trabajo en equipo con Ben (Alan Scott) hasta que cierto día comienza a tener un «deja vu», que le permite darse cuenta de que puede anticipar el futuro, luego de un evento traumático (casi muere en la caída desde un puente). Cassy entonces empieza a tener visiones de ciertas cuestiones que lucen peligrosas a todas luces…
Aparece un sujeto peligroso, Ezequiel (Tahar Rahim) un villano arácnido que adquirió sus poderes a partir de una investigación que realizó la mamá de Cassy en Perú, hace mucho tiempo atrás (la peli está ambientada en los años 2000 pero este tramo ancla en la década del 70′). Él posee cierta percepción de que tres chicas lo van a buscar en el futuro para matarlo. Sueña eso todo el tiempo y decide, con los recursos que dispone, dar con ellas y eliminarlas, de manera de extinguir ese peligro. Claro, las chicas en el presente no son ninguna amenaza por lo que su estado de indefensión es extremo.
Pero se interpondrá a sus deseos, Cassandra, quien luego de su accidente quedará con cierta habilidad para anticipar o «ver», lo que sucederá y una serie de eventos harán que ella se encuentre con las chicas en un vagón de tren y a partir de un escape providencial, se transforme en protectora de estas chicas. Claro, si bien la pelea es despareja (Ezequiel es poderoso), ella hace un intrincado uso de sus incipientes poderes y logra encauzar una vía de escape para el grupo…
Lo que hace a la cinta confusa, creo, es que construir una peli de aventuras liderada por un personaje que no golpea, ni emite rayos y mucho menos, desata tormentas… Se ve difícil. Es cierto que Madame Web, anticipa movimientos y juega con multiplicarse «espacialmente», pero el efecto que produce no es el de la clásica adrenalina del combate de héroes. Aquí, las chicas, son eso, chicas. Corren, se asustan, tratan de estar juntas… Gritan indefensión a lo largo de toda la historia.
Es por eso que la cinta se vuelve rara. Entiendo que hubo que modificar el guión varias veces para que el interés no decaiga a pesar de las limitaciones en los poderes de la protagonista. Dakota hace lo que puede con un libreto flaco en ideas, lleno de parches y que luce, descolorido. Es preocupante que hayan lanzado esta producción sin haber discutido a fondo cómo darle otra vuelta al personaje. Puede verse que el resultado no es bueno.
Las chicas se divirtieron, surgió una gran amistad y… eso fue todo. Ah, también hay una buena OST con hits de esa gran década (Britney Spears not dead!) aunque todo, parece poco para justificar esta realización. Un paso atrás en el multiverso arácnido de Sony, del que esperemos que se recupere pronto.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.



