“Kubo and the two strings” (Kubo y la búsqueda samurai):

Debo decir que cuando me hablaron de este proyecto, desconfié. Los chicos de Laika (el estudio de animación responsable) vienen de dos películas que siempre sentí incompletas, de alguna manera (“Coraline” y “The boxtrolls”).
En ellas, se mostraba una veta sensible, oscura y hasta cruel de los conflictos presentados, como sello distintivo del estudio. Y si bien creo que “Kubo…” tiene sus momentos tristes (y agarrate porque cuando quieren hacerte sentir mal, lo logran en forma inmediata), en el resultado final, es el producto que le reconozco más logrado a esta compañía. Serán los nuevos estándares de Unniversal…
Lo cierto es que en la ópera prima de uno de los productores de “ParaNorman”, Travis Knight II, se puede ver que algunos temas, son realmente luminosos cuando son enfocados con un buen ángulo. Nos referimos, por supuesto, a la historia (una joyita) creada por Marc Haimes y Chris Butler, un dechado de aventura, emoción y ternura como pocas veces se ha visto en animación este año.

Nos referimos, por supuesto, a la historia (una joyita) creada por Marc Haimes y Chris Butler, un dechado de aventura, emoción y ternura como pocas veces se ha visto en animación este año.
Su trama ofrece una delicada reconstrucción del Japón ancestral, donde lo más destacado ( y debe ser una de las pocas veces que quiero revelar poco de la historia porque creo que tienen que verla), es la fantástica química entre los protagonistas de la historia.
No puedo confirmar que versión llegó a salas pero no dejen pasar la subtitulada, porque las voces son increíbles en el audio original. Kubo (Art Parkinson, nada menos en la original) vive en una cueva y posee una shamisen (instrumento clásico) de dos cuerdas con poderes especiales, tales como que le permiten volar y hacer que los origami cobren vida.
Su vida cambiará cuando un desafío lo apele, en una sucesión de eventos ajustada y profunda, que conmoverán al espectador.
Aquí, habrá un desarrollo temático que nos conectará con la guerra, el trauma del rechazo y la imposibilidad de enfrentar los demonios internos. Kubo deberá contar con ayuda (y quien no se enamorará del maternal monito que juega Charlize Theron y el simpatico humanoide -Beetle- que juega Matthew McConaughey) para embarcarse en una gesta que lo llevará a modificar dramáticametne su existencia.
Un camino al crecimiento y a la exploración de lo más interno que posee. Knight II detrás de la silla, hace casi todo bien. A pesar de la carga fuerte y áspera del manejo de emociones complejas, logra que el espectador se conecte con el lado potente y positivo de la historia, incluso en los momentos más aciegos.
Se percibe una energía notable en el film que lo transforma en un hecho increíble para el espectador promedio. Pocas veces una animada conmueve como esta. Sin anticipar más, grandes y chicos tienen una gran película en cartelera que no deben perderse, de ninguna manera.
