«It lives inside» (No lo abras): el frasco demoníaco

Como venimos diciendo en los últimos meses, el género terror ofrece los máximos dividendos de la industria en estos tiempos: su retorno en términos de números es excelente si comparamos lo otras cintas donde se invierte más y los resultados son menores.

Dentro de ese panorama, vemos como se exploran geografías y perfiles para ofrecer una experiencia distinta, y esta vez, nos toca el turno de ver a alumnas adolescentes hindúes que concurren a una escuela americana y que experimentan un encuentro siniestro con una entidad demoníaca que comenzará a complicar la vida de la protagonista y su núcleo cercano.

La primera pregunta surge sola: ¿la problemática de la inmigración impulsa la profundidad del relato? ¿es ese aspecto un elemento central en la trama para reflexionar sobre las culturas y las dificultades que acarrea transitar entre ellas…?

Bishal Dutta, novel director, intenta utilizar su ópera prima para hacer una cinta de género pura, apoyada sobre una trama que une las presiones de una estudiante (Samidha, jugada por Megan Suri) para avanzar en torno a la inserción de gente acomodada hindú, en la vida americana y poner en relieve el peso de la tradición en relación a lo místico y oscuro.  Samidha, es llamada por Tamira, una amiga de la escuela, con la cual se encuentra en el vestuario local y allí, tienen una nerviosa conversación en la cual la segunda le explica que está perturbada por un ghoul que vive atrapado en un frasco y al que debe alimentar con carne cruda.

Sí, suena raro. Samidha no cree en sus palabras y en ese intercambio, el frasco cae y se rompe en pedazos en el suelo. Tamira desaparece rápidamente y el escenario se instala. De ahí en más, ya sabemos que esperar: el demonio ha sido liberado y a partir de ahí comenzará a moverse con libertad por cada entorno.  Luego de aparecer en los sueños de la protagonista, hará su presencia más tangible en todo el campus, mostrándose con las amigas y los amigos de Sam de formas inesperadas…

Es interesante ver que Sam es carismática y nada sufrida. Lo que ella irá experimentando es sobrenatural y está planteado dentro de la lógica de los films de terror juveniles. Lo interesante es que el director intenta decirnos algo con la construcción de las contradicciones que ofrece la vida estudiantil de Sam: la adolescente reniega de su cultura y trata de occidentalizarse de manera directa. En cierta manera, el origen del monstruo podría habitar en familias hindúes y esa amplia mitología potenciaría un conflicto diferente, más rico… sin embargo Dutta no utiliza este argumento con decisión. En cambio, opta por potenciar la conexión adolescente, miedos e intereses cruzados. Y vuelve al film algo convencional. Filma bien, logra una propuesta lineal, básica y reconocible. 

Quizás, un poco exótica, teniendo en cuenta el origen de los protagonistas. Pero no más de eso.

«It lives inside» arranca muy bien, promete algo que no sucede y transita un camino de sustos y corridas adolescentes, poco inspirados. Cumple, aunque nos hubiera gustado una exploración más intensa sobre los Pishacha (demonios carnívoros) y su contexto… pero quedará para una próxima oportunidad.  

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *