«Haunted Mansion» (Mansión embrujada): Atracción sin alma

Dirigida por Justin Simien y escrita por Katie Dippold, Mansión embrujada es una nueva adaptación de una de las atracciones más populares de Disney World. Una comedia de terror pensada para un público familiar.
La trama gira en torno a una mansión donde confluyen distintos personajes. Por un lado, la madre con su hijo que decide mudarse para empezar una nueva vida en la ciudad de donde ella se fue, New Orleans, pero a los segundos de entrar a la enorme casa se encuentran con decenas de fantasmas que no quieren dejarlos ir. Antes conocimos a otro personaje, Ben, un ingeniero que se enamora de una guía turística que fallece en un accidente y años después lo encontramos alejado de su carrera pero trabajando de lo que ella hacía, aunque sin ganas ni entusiasmo ante turistas ansiosos y emocionados por visitar lugares con historias de fantasmas. Es así que una tarde un sacerdote golpea a sus puertas y le pide ayuda, a la cual accede sólo por dinero, claro.
Estos tres personajes confluyen en esa mansión en la cual una vez que apoyan un pie, no los deja ir. Al menos no más que un rato hasta que son atormentados por los fantasmas que los traen de regreso. El escéptico Ben no se toma en serio nada de este trabajo hasta que quiere regresar a su casa y no puede estar tranquilo. Una vez atrapados en esa mansión, se irán sumando un par de personajes más, una espiritista y un profesor, y juntos intentarán descifrar los secretos que permitan que las almas puedan liberarse y dejarlos en paz.
Para estar destinada a un público de todas edades, las dos horas logran sentirse tediosas en un punto. En cuanto a la historia y el humor, Mansión Encantada tiene algo de ritmo y algún chiste bueno, y por supuesto en su trasfondo hay una (al menos) historia de duelo. Porque toda historia de fantasmas tiene que ver inevitablemente con la muerte. También hay un par de cameos inesperados, incluso alguno que nos deja con ganas de más para quienes ya habíamos visto a la actriz en otra película de muertos que conviven con los vivos.

Pero más allá de toda la acción, de las peripecias y los enredos que van teniendo que sortear y que derivan en el villano principal (un Jared Leto apenas reconocible), el despiadado Crump, hay algo que no termina de lograrse a la hora de conectar con sus protagonistas. Tenemos a un buen elenco en pantalla; sin embargo, entre LaKeith Stanfield, Rosario Dawson, Tiffany Haddish, Owen Wilson, Danny DeVito y Jamie Lee Curtis, son estos tres últimos los que se roban algunos de sus momentos.
Tampoco aporta su estilo bastante plano. Se extrañan las viejas producciones de Tim Burton, que podían ser infantiles y aterradoras al mismo tiempo y a su vez identificables de su autor, o la mirada de alguien como Guillermo del Toro. Los personajes excéntricos como los de Piratas del Caribe. Algo. Hasta los efectos especiales acá se ven flojos.
Mansión embrujada resulta en una película de fórmula pero una sin alma. No hay frescura, originalidad. Y lo peor de todo: hay una horda de fantasmas que no consiguen generar miedo ni nada parecido a alguna otra emoción. El tema del duelo se trata con pinceladas gruesas, sin profundidad. Y ni hablar de la historia romántica que se infiere.
Quizás para niños durante un domingo de aburrimiento pueda ser una opción correcta, simpática. Pero es una película apenas superior a la adaptación del 2003. Con una pizca de creatividad podría haber sido algo más interesante.
