
Entrevista a Benjamín Naishtat, director de «Historia del miedo»
¿Cuáles eran tus miedos en la infancia?
Me daban miedo las películas de terror, pero las alquilaba siempre.
¿Qué representa el miedo para la sociedad que armaste para la película?
El miedo más que algo excepcional, ha pasado a ser la norma. Viven asustados porque han pasado a un estado casi animal, donde sólo quedan instintos primitivos y pulsiones violentas.
Hay una universalidad en la historia que trasciende cualquier localismo, ¿elegiste narrarla así pensando en los posibles espectadores de afuera?
Creo que el tema de la película es universal, esto siempre lo supe, y cuando he viajado, por ejemplo a México o Francia, a mostrar la película, he comprobado que la gente logra conectarse, porque se trata de problemas globales, de un deterioro global de los vínculos, que va de la mano del aumento de la desigualdad.
¿El miedo divide? ¿El miedo paraliza?
Ciertamente paraliza, no sé si divide. Creo que más bien, en la Argentina, logra aglutinar, sin distinguir clase media, alta o trabajadora, a toda la sociedad detrás de una sed carnicera de muerte y sangre, que viene desde la Conquista del Desierto, de Rosas, que es una pulsión histórica de muerte que es característica distintiva de los argentinos.
En tu película el miedo es una continuación de la vieja paradoja progresista de Civilización o Barbarie, ¿por qué lo trabajaste así?
Ciertamente la paradoja está presente, puede ser vieja pero no por eso menos contemporánea. En la medida que las cosas no se resuelven, van a seguir vigentes esas paradojas, como la lucha de clases, que por más que muchos quisieran pensar que es un postulado anacrónico, está bien presente.
El miedo a la invasión en el country se contrapone con las rutinas de los que ingresan a trabajar a diario, ¿por qué elegiste esos contrastes?
Los countrys no me parecen particularmente interesantes, pero sí son un paisaje paradigmático del presente, visualmente son muy potentes, por eso elegí filmar ahí. Además, es un hecho que hoy prácticamente todos los políticos, oficialistas y opositores, viven en countrys, eso me pareció una razón más para trabajar sobre ese espacio, ¿Qué conexión con la realidad puede tener la gente que nos gobierna, desde esos lugares?
¿Cómo seleccionaste al elenco? ¿Ya tenías a alguien seleccionado antes de la realización?
El elenco fue elegido en un trabajo en conjunto con María Laura Berch, que es una excelente realizadora de castings, y entendió muy bien las necesidades del guión. Hay tanto actores de mucha experiencia como no-actores que debutan con esta película, y creo que se logró un nivel uniforme en las actuaciones a pesar de esta diferencia.
Hay un trabajo con la tensión que por momentos, aunque nada acontezca, es como la calma que antecede a la tormenta, ¿eso es también miedo verdad? ¿El miedo a no saber qué viene después?
Ciertamente, es una película de anticipación, de climas, y en ese sentido todo el tiempo se sugiere que todo está por explotar, porque esa es la sensación que me irradia, por lo menos a mí, la realidad argentina de hoy.
¿Cómo fue la experiencia de presentar la Película en tantos Festivales y recibir varias distinciones?
Fue muy gratificante ver que a través del mundo la película puede llegar a la gente más allá de los contextos y las diversas realidades. Los premios son totalmente inesperados, pero muy bienvenidos obviamente.
¿Qué esperás del estreno y cómo lo vivís?
Espero que la gente se entusiasme, con esta película de «terror-social», que se divierta, y que piense un poco.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto?
Estoy trabajando sobre un nuevo proyecto, que está ambientado en los años 70, por ahora en fase de escritura.