Directo_EW_2

“Danny Collins” (Directo al corazón): El artista (que está de vuelta)

Directo_EW_2

Imagínense una película entera centrada en el carismático personaje Billy Mack (Bill Nighy) de «Realmente Amor» ¿No sería una muy buena idea? Ahora piensen que Dan Fogelman no es Richard Curtis pero ni de lejos, sino que es el guionista de «Last Vegas» debutando como director ¿Era una buena idea?

En «Directo al Corazón», Al Pacino interpreta al Danny Collins del título original, un músico y cantante que tiene mucho en común con aquel. Se dedica al rock melódico, es estrafalario, lleva una vida juerga, hace más de cuarenta años que canta las mismas canciones, y hace rato que dejó de cautivar al público joven aunque se mantiene muy activo llenando estadios como interprete para mayorcitas… Ah! Y tiene una relación simbiótica con su manager que le soporta todo (en este caso Christopher Plummer).

Ahora, ¿por qué Fogelman no es Curtis? Porque ahí en donde el director de «Realmente amor» o «Cuestión de Tiempo» sabe cómo contar magistralmente cálidas historias cotidianas sobre las distintas facetas del amor (no necesariamente romance).

Fogelman no sabe despegarse del cliché de “señor mayor que vive como un adolescente y tiene que aprender una lección para reformar su vida a tiempo”; y porque ahí donde a Curtis le alcanza con un mínimo elipsis para despertar suspiros, Fogelman no supo despertar a su obra del estancamiento en que entra a la media hora de proyección.

Directo_EW_3

Retomando, Danny lleva una vida de perdición, con mucho dinero pero sin afecto real, es imposible no sentir un profundo fracaso. El destino quiere que en su camino se cruce una carta que el mismísimo John Lennon le escribió (por supuesto hace muchos años, la historia es actual) admirando una de sus canciones y animándolo a continuar componiendo, y no bajar los brazos en sus metas artísticas.

Suponiendo que aceptamos esto como algo posible, Danny toma esta carta como una suerte de mensaje y decide dar un giro a su vida yendo a visitar a su hijo (Bobby Cannavale), obrero casado y con hija, o sea su opuesto. También hay un romance en el medio porque el amor entre seres de la tercera edad queda bien siempre.

El mayor problema de «Directo al Corazón» es que no funciona como lo que es. Si su propuesta no se presenta como muy original y algo remanida, aun así, en ese marco de “viejitos queribles y rebeldes”, tampoco funciona, precisamente porque no posee el ritmo necesario para este tipo de relatos.

Directo_EW_4

Totalmente apoyada en su grupo actoral, Al Pacino (que en gran parte podría ver su propia carrera actoral en esta historia) tiene que cargarse el film al hombro, y justamente, en este rol que le permitía poder sobreactuar todo lo que nos ha estado demostrando en los últimos quince años; no, acá decidió mostrarse más medido, contenido.

Por suerte, el elenco secundario en el que además de Plummer y Cannevale, contamos a Annette Bening, Jennifer Garner, Melisa Benoist, y Josh Peck sí se encuentran a tono y resultan lo mejor del film (principalmente Plummer en un rol formidable lleno de contrapuntos).

«Directo al corazón» resulta una contradicción en sí misma, no demuestra el brío que se supone se le endilga a su personaje como mensaje, más bien resulta dirigida a ese público mayor que pretende ir al cine a ver algo relajado sin ningún tipo de sobresalto ni exabrupto. Otro dato interesante, Al Pacino se anima al canto, oir para creer.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *