
«Colossus»: Stephanie Lake llega a BA con una obra global y singular
By Rodrigo Chavero 2 años agoLa llegada de «Colossus» a la Argentina es algo maravilloso para el mundo de la danza. Para quienes no han escuchado sobre este espectáculo, el mismo nació en 2018 cuando la coreógrafa Stephanie Lake, armó una obra con modesto financiamiento, organizada sobre la premisa del trabajo con bailarines en formación en el festival Fringe de Melbourne. La propuesta era audaz porque implicaba una gran cantidad de intérpretes arriba del escenario (eran 45, para ser más precisos) y lo potente era el sentido colectivo del espectáculo.
«Colossus» se convirtió en una insignia para Lake a nivel global. Su puesta en escena era accesible y podía recrearse con estudiantes avanzados de danza en cualquier parte del mundo. Esa ductilidad, le permitió a la gran coreógrafa, estructurar puestas en distintas geografías, con artistas locales. Es así que la escala argentina se da en Buenos Aires, con bailarines profesionales del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín (por primera vez, ya que en otros países la formación es de estudiantes terciarios de danza) y una enorme expectativa ya que es estreno en Sudamérica.
A primera vista, el número de cuerpos en movimiento ofrece veladamente, la idea detrás de la idea central del espectáculo: hay una marea humana en escena y su energía simboliza las relaciones sociales y el poder de la vinculación existente en los sujetos. Si bien la obra inicia con un gran círculo y una intérprete que anima y se desliza marcando el ritmo con vehemencia, pronto se transforma en segmentos donde lo coral cobra valor y grita con estridencia (y no es una sólo una forma de decir) que tiene algo que decir, en torno a los vínculos y la relación entre los cuerpos.
La idea es ambiciosa. «Colossus» tiene momentos de alto voltaje y otros donde transita por mesetas de descanso para ver pequeñas intervenciones solistas como en obras más corrientes. Hay cadenas de varones y mujeres creando figuras que dialogan a grandes velocidades, dejando en claro que su ejecución debe ser precisa para dotar de brillo al cuadro. Lake acierta en ofrecer un espectáculo intenso, energético y reflexivo, a la vez. Incluso es interesante ver como logra que la tensión no decaiga y que la mayoría de los y las intérpretes tengan minutos de lucimiento personal.
Este «coloso» es una gran construcción colectiva que alberga pequeñas historias en su interior. Relatos que dialogan a través de la danza y que describen mundos y situaciones, donde cuerpos narran interacciones reconocibles en cada rostro de la audiencia. Lake logra recrear con éxito los principios que rigen su universo y los 50 minutos que dura la obra, se pasan volando.
Un lujo, ver a nuestro Ballet a la altura de este desafío, emociona. «Colossus» se muestra como un festín para los amantes de la danza moderna. Quizás no haya performances individuales como en otros exponentes en cartelera, pero el valor del grupo aquí supera a cualquier apreciación previa: sin dudas, hay que verla con apertura y apreciar su fibra pura, vistosa y disfrutar su singular visión de los sistemas de control existentes en el mundo moderno.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.