«Blue jean»: la resistencia

Una excelente noticia para la cartelera porteña. Llega la ópera prima de la británica Georgia Oakley, film nominado al BAFTA el año pasado y que claramente es una pequeña gema dentro de lo estrenados este año aquí.

Debemos decir que es poco usual ver una producción que tiene algo que decir y logra transmitirlo con tanta claridad. «Blue jean» es un drama de época (por decirlo así, a pesar de que hablemos de fines de los años 80′) en el cual somos testigos de una compleja situación emocional de las involucradas: las consecuencias concretas de la ley/sección 28 del año 1988 por la cual se penalizaba a instituciones y docentes que «promovieran la homosexualidad».

La primer ministro de ese tiempo, nuestra vieja conocida Margaret Thatcher («the iron lady»), había plantado bandera y tomado posición para rigidizar a las escuelas que gozaban de subvención pública y advertirles sobre su rol como agentes morales de la sociedad. En ese contexto, «Blue jean» cuenta la historia de una profesora de netball que inicia una relación lésbica con una mujer del lugar, pero protege celosamente esa decisión de todos, sosteniendo un modelo heterosexual que la pone a salvo de críticas y persecusiones.

Jean (Rosy McEwen, sencillamente brillante) es una docente atrapada en una encrucijada compleja. Ella es consciente del precio de su elección (y del momento en que la toma), pero no está dispuesta a afrontar las consecuencias de la misma. Su romance con Viv (Kerrie Hayes) es intenso y su pareja demanda toma de decisión dentro del contexto pero las inseguridades de la profesora, van abonando una respuesta débil a tales reclamos.

Ese equilibrio, genera en Viv, enojo e incomodidad y esto se amplifica cuando una de las alumnas de Jean, Lois (Lucy Halliday), comienza a transitar un camino de exposición de su sexualidad y en cierta manera presiona para que todo salga a la luz.

Es un conflicto moral, profundo, concreto, bien interpretado y narrado con soltura. La película posee una fotografía que enfatiza la época donde transcurre la acción y Oakley escribe una historia que conmueve, invita a tomar partido y regala una instantánea de un mundo que está, sencillamente, a tres décadas de distancia (la ley se derogó en 2003) apenas de nuestra realidad. Arriesgo a decir que es importante conocer sobre lo que plantea para no retroceder en la defensa de los derechos de todos y todas ni volver a lugares tan oscuros.

No siento que sea una peli donde lo ideológico prime sobre las emociones. Creo que es muy acertado el planteo que hace sobre cómo Jean se autopercibe y qué está dispuesta a compartir de su vida privada. Hay muy buenas actuaciones, una soundtrack ajustada y una fotografía bien a tono con esos lejanos 80′.

En todo sentido, «Blue jean» es una gran película. Indie, bien ejecutada y con mucha tela para intercambiar, al cierre de la función. Creo esta cinta es de los mejores títulos británicos del año estrenados en nuestro país. De visión obligada para este finde.

 

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