
«All fun and games»(Juega o muere): un slasher adolescente de bajo vuelo
By Rodrigo Chavero 2 años agoYa cerrando lentamente el año, en general puede decirse que se cierra un período olvidable. Desde la taquilla, un desastre. El cine de superhéroes perdió su encanto y la superpoblación de sus propuestas provocó un descenso de la calidad considerable. El público adolescente y los «adult youngs», se volcaron entonces, a consumir cine de terror como alternativa lógica.
Este tipo de género permite experimentar más con ideas nuevas y se arriesga sin tantas precauciones financieras porque el 90% de sus propuestas, son de bajo presupuesto. Y su tasa de retorno es altísima. Así que una productora que acierte un par de lanzamientos en un año, ya estará en condiciones de ampliar su catálogo en forma decidida en el corto plazo.
¿Por qué planteo esto? Nos vamos a acostumbrar a dos tipos de cine con muchas salas: propuestas de género -títulos indies de terror (no sólo americanos, orientales y rusos también)- por un lado, y los tanques mainstream de Marvel y DC como los polos visibles y reconocidos (aunque sean en baja). Dramas, biográficas, documentales, comedias y demás, irán al streaming mayoritariamente. Espero no acertar pero esa es mi percepción.
Esta semana llega «All fun and games», propuesta menor dentro de las últimas llegadas, que sólo se explica por la conveniencia económica de distribuir en nuestro país este tipo de cine. Sin analizar demasiado, esta «Juega o muere» es de las cintas más flojas del año. Al frente del proyecto, tenemos un par de actores devenidos en directores (Eren Celeboglu y Ari Costa del corto «The Internet kills», en ésta, su ópera prima) que además escriben un guión errático, de vuelo apagado y desprovisto de atmósfera y misterio.
Y debe decirse que el film inicia, por el final. Es decir, vemos como termina la historia y a partir de ahí, comienza la narración de los hechos.
Cuestión extraña porque no tienen a dos negados encabezando el elenco: los protagonistas son dos chicos estrellas, Asa Butterfield y Natalia Dyer (de «Hugo» y «Stranger things», mostrando como crecen en talla y tamaño).
Sin embargo, ámbos poco pueden hacer con un libro sin sorpresa, en el cual encontramos a una familia en un pueblo particular (Salem, nada menos) donde aparecerá un viejo cuchillo maldito, que poseerá a quien lea la inscripción en su hoja. El primero que cae en ese hechizo es Jonah, el menor (Benjamin Evan Ainsworth) y luego la maldición caerá sobre Marcus (Butterfield), quien reeditará una matanza sucedida mucho tiempo atrás.
¿En qué consiste la maldición? El que es poseído, invita (por así decirlo), a la gente próxima a él, a jugar juegos de muerte, mientras los acuchilla, ahorca o prueba a lacerarlos de varias maneras. Hay una historia detrás de esta, que no vale la pena explicar demasiado, porque es bastante ridícula e inexacta sobre lo sucedido en Salem en la época planteada.
O sea, hay espíritus y asesinatos, un bosque, algunas persecusiones… Y nada más.
Sorprende la pobreza argumental para un género que en general, se las arregla para presentar productos aceptables aunque cuenten con limitados presupuestos. No es el caso. Los directores muestran una inexperiencia enorme para mostrar los asesinatos (falta mucho trabajo de fotografía y montaje para impactar en ese crucial punto) y su propuesta de slasher es muy limitada. Lineal, deslucida y desangelada.
Creo que «Juega o muere», está por debajo del promedio de lo que vemos en cartelera. Habiendo otros exponentes para elegir, ésta no es una alternativa incluso para los fans acérrimos del género.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.