28MDQ Fest (III): de Latinoamérica, con amor y dolor

Primera jornada del Mar del Plata Film, y lo primero que hay que decir es que estamos sufriendo los desajustes típicos de los inicios de festivales, el Wifi no funciona bien en los lugares de prensa, los scanners no funcionan (y algunos periodistas tienen problemas para entrar a sala) y a eso hay que sumarle, conocer la ciudad y ajustar los horarios entre película y película. Bueno, en eso se fue el día de hoy. Para contarles cómo venimos, estuvimos con el ojo en algunas producciones latinoamericanas. Importantes. Que generan movimiento.

Primero tuvimos la suerte de ver una de las que probablemente sea de las pelis más fuertes del festival, «El regreso», de la venezolana Patricia Ortega. La historia de una guajira (una aborigen) que vive en la costa, en el límite entre Colombia y Venezuela, y cómo su destino cambia radicalmente cuando su tribu es atacada por unos bandidos locales que intentan extorsionarlos, es de las mejores producciones de sudamérica este año. Si, es cierto que es extensa, demasiado «didáctica», de alguna manera, pero tiene una fuerza visual, un compromiso por mostrar la cara oscura de la vida en la frontera y la miseria en la que están sumergidos algunos sectores sociales que impacta.

«El regreso», tiene a una nena de 12 años como protagonista casi excluyente. Conmueve a todo nivel. Y si bien la amistad, la soledad y la incomunicación son cuestiones complejas que aborda la película, lo cierto es que hay en ella un descarnada visión de humanidad, que atraviesa el cuerpo del espectador y lo ametralla con su voz. Los 107 minutos son agobiantes (realmente), pero Ortega hace un trabajo formidable (la fotografía es fantástica) y no tienen que dejarla pasar, si lo suyo es adentrarse en las venas abiertas, de América Latina…

Pasamos a otra geografía cercana, con un autor muy especial. Le llegó el turno a Bruno Barreto, que vuelve a un cine político, (aunque más sutil que en su gran «Cuatro días en septiembre») con una superproducción. Contando con fondos de varias empresas importantes se adentra a contar «Flores raras»la historia de amor entre la poetisa americana Elizabeth Bishop y la arquitecta brasileña Lota de Macedo Soares. El relato, ambientado en la década del 50′, arranca cuando Bishop (Miranda Otto), llega a Río via barco, para buscar nuevas emociones.

Su poesía está en crisis y cree que viajando, tendrá chances de recuperar esa magia. Visitará a una amiga que está establecida en pareja con Lota (Gloria Pires), una brillante mujer capaz de modificar cualquier paisaje y darle su impronta personal. Rápidamente iniciarán una relación que las marcará, a ámbas, a fuego, por el resto de sus días. Barreto explora la sexualidad de las mujeres desde un ángulo conservador, pero fuerte ideológicamente. La reconstrucción de época es excelente y si bien, las casi dos horas de duración, son un poco excesivas (al menos para narrar lo que se intenta), hay suficientes puntos de interés, histórico y emocional, para poder sostener una historia de pasiones y desencuentros, al ritmo sutil de la naciente bossa nova. Aprobadisima.

Ultima escala de este recorrido por films que vienen sonando fuerte en festivales con «El crítico» de Hernán Guerschuny, director de la publicación «Haciendo Cine» y periodista de espectáculos, que nos trae una ópera prima, divertida, simpática y querible, desde el momento cero de su proyección.

Es duro ser crítico de cine en estos tiempos. Victor Tellez (Rafael Spregelburd), ya se siente de vuelta de todo. Identificado con la novelle vague y dueño de un francés impecable, todo lo que ve, le parece basura. No tiene un buen pasar, su familia (ya desmembrada) no lo moviliza en demasía, pero accidentalmente, su vida sufre un vuelco. Se enamora. Lo impensado sucede, y encuentra una musa (Dolores Fonzi), que es lo que el espera… o no. Guerschuny invirtió mucho tiempo en pensar un guión ingenioso que retrate el medio con precisión y lo logra, potenciando el humor cerrado que destila Víctor en cada aparición.

El absurdo, la aguda reflexión sobre estar enamorado y tener que abandonar posturas rígidas en pos de seguir un impulso, están planteados con corrección y logran entretener a lo largo de toda su extensión. Si lo tuyo es fisgonear en la vida de los que hablan sobre películas en los medios, no tenés que dejarla pasar (damos fe de su verosimilitud!). La verdad, es un cinta para paladares refinados (si no te reís en los primeros treinta minutos con ganas, puede que no seas el espectador que esta cinta necesita) y pronto tendrá estreno comercial en Buenos Aires. Luego de hablar de films de Venezuela, Brasil y Argentina, nos metemos de vuelta en sala, que ya arranca la función trasnoche y más adelante tendrán posts sobre lo que se ve, al filo de la noche en cada salas.

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