«Sara Facio: Haber estado ahí»: Retrato de la fotógrafa de Argentina

Estrenado el año pasado en el BAFICI y a partir de ahí con un recorrido por algunas pantallas de la cartelera no comercial, llega al Gaumont el retrato de la gran Sara Facio. En su nuevo documental, Cinthia Rajschmir retrata a la fotógrafa argentina que ha inmortalizado a una incontable cantidad de figuras de la cultura e incluso algunos de los momentos más importantes de Buenos Aires de las últimas décadas.

A diferencia de su película anterior, Cortázar & Antín: Cartas iluminadas, en Sara Facio: Haber estado ahí no hay demasiado intercambio ni testimonios por fuera de su protagonista. Sara Facio en primera persona, a través de visita a algunos lugares que fotografió o revisando los archivos de su trabajo, es quien se encarga de contar su propia historia. Rajschmir la observa, la escucha, la deja ser, fascinada como todos con la presencia de una mujer artista talentosa que ha logrado convertirse en una especie de leyenda en su rama. Su voz es el eje del relato y nos queda cautivarnos a través de su historia, su experiencia, su mirada, su amor.

La directora y coguionista entiende su rol de espectadora y no se anima a ir mucho más. Excusas no faltan: ella repasa sus inicios, sus encuentros con figuras como Borges o Pablo Neruda, sus publicaciones más exitosas, su presencia en momentos históricos como el funeral de Perón, y hasta su relación con María Elena Walsh, la que le termina de dar cierre a este retrato.

En este sentido, Sara Facio: Haber estado ahí se siente desde lo formal menos inspirada que la película predecesora (donde sus fotografías ya aparecían). Aprovecha toda la presencia de una Sara Facio encantadora y lúcida, dispuesta a abrirse. Desde su costado más técnico con sus conocimientos de fotografía y sus opciones preferidas hasta lo emocional y conmovedor de las relaciones que su profesión le permitió tejer.

Un documental amoroso y respetuoso que tiene su interés por el lado de la fotografía y la historia pero sobre todo por permitirnos ser testigos de una Sara Facio dispuesta a abrir las puertas de su corazón. Quizás no se necesita mucho más que eso, una conversación que la tenga como protagonista y nos permite ser testigos. Hoy, a pocos meses de su muerte, se convierte en un hermoso y sentido homenaje a una mujer imprescindible de nuestra cultura e historia, que además se desempeñó como curadora, periodista y editora y por lo tanto vale la pena redescubrir.

About The Author

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *