«Richard the stork» (Una cigueña en apuros): hora de la migración

Siempre digo que es muy bueno que el mercado de la animación que haya nuevos jugadores. En este caso particular nos llega una corproducción europea independiente (Alemania, Belgica, Luxemburgo y Noruega aportaron a él), dirigida nada menos que por un irani que vive y trabaja en el primero de esos países. Interesante mix no?

"Richard the stork" es otra muestra de que la animacion es un campo a abordar y si conseguís buenos circuitos de distribución para tu material, todo es posible. Hay una demanda por este tipo de peliculas importante a nivel global y suma un montón que la oferta sea lo más variada posible.

Reza Memari, escritor y codirector de este film , nos trae una conflicto más bien universal, en forma de una road movie familiar, sobre un simpático gorrión que quiere mostrar su valor como cigueña, para poder acompañar a sus seres queridos en la travesía obligada que hacen esas aves a lugares más cálidos durante el invierno.

Richard, el protagonista, es un ave adoptada por cigueñas. Al estar junto a ellas, él busca mimetizarse y comportarse de acuerdo a lo que ve y hacen, de manera de ser parte a pesar de no pertenecer a la misma especie.

El tema es el inicio de la temporada fría, porque ellas (las cigueñas) deben migrar, cosa difícil para un gorrión, siendo que no posee las condiciones para soportar un viaje en tanta altitud y por tanto tiempo, hacia Africa, cuna de los climas cálidos. Richard se encuentra una madrugada solo en el nido y no se resigna a separarse de su familia.

Se lanza a la increíble aventura de lanzarse a concretar ese viaje, aunque no pueda hacerlo volando. Su inquebrantable voluntad, lo llevará a hacer tándem con una lechuza muy simpática (Olga, que tiene trastorno de doble personalidad), y luego con un loro fanático de la música disco, con quienes intentará atravesar Europa para unirse con su familia en otro continente.

La cinta es divertida, muy simple desde lo narrativo e ideal para los peques de la familia. Si ya se acercan a los diez años, quizás no la disfruten tanto como los mas chiquitos. Memari y Toby Genkel (los directores) trabajan bien las transciones y sostienen el interés de la trama a través de una serie de cortos gags cada vez que la cinta decae en su voltaje.

Hay algunos apuntes coloridos (las aves que están en los cables y que se conectan a las redes sociales, el festival de San Remo para loritos, etc) y otros no tan inspirados (las secuencias de vuelo y la relación con los humanos), pero en líneas generales, "RIchard the stork" es una pequeña cinta que puede funcionar para un sector de la familia. Como nota saliente, se aprende bastante de las conductas de las aves y es muy didáctica para mostrar la variedad de dicha fauna.

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