
«How to train your dragon» (Cómo entrenar a tu dragón): un retorno…¿necesario?
By Rodrigo Chavero 1 mes agoversión
En un panorama cinematográfico donde la nostalgia y la reimaginación «live-action» de clásicos animados se viene haciendo familiar para el público familiar –pensemos en los recientes éxitos de Disney o las incursiones de otros estudios en este formato–, DreamWorks se lanza a la aventura de recrear una buena saga, conservando todos los elementos de su éxito anterior, dentro de un envase elegante y vistoso. Podemos decir que ésta no es una simple repetición, sino una inmersión profunda en un universo que busca expandir y enriquecer la experiencia con el realismo que solo la acción de animación de alta calidad puede ofrecer. La promesa de ver a Hipo y Chimuelo en carne y hueso (o escamas y piel) ha generado mucha expectativa y creo que nadie saldrá defraudado de este intenso viaje.
La trama, que sigue fielmente a la historia original, nos transporta una vez más a la isla de Berk, un hogar para rudos vikingos que dedican sus vidas a cazar dragones. Nuestro protagonista, Hipo (Mason Thames), es un joven inadaptado que, a diferencia de sus los guerreros de su tribu, carece de la destreza necesaria para la caza y el combate contra los dragones. Su padre, el Estoico (Gerard Butler), es líder de la aldea y lucha por entender a su hijo, anhelando que siga sus pasos y demuestre que por su sangre corre, pero eso no se ve fácil dado que el joven, es torpe en el manejo de las armas, aunque muy inteligente para diseñar inventos, que a nadie le interesan demasiado.
La secuencia de eventos arranca con un ataque de dragones a la aldea, durante el cual Hipo, en un acto desesperado por probarse a sí mismo, logra derribar a un Furia Nocturna (Chimuelo), la criatura más temida y mítica de todas. Nuestro amado dragón, termina herido en el bosque, y allí se encontrará con el hijo del líder vikingo, con quien desarrollará una relación importante que se irá consolidando a medida que los dos ganen confianza con el otro .
Mientras esto sucede, Hipo despierta sus habilidades para observar y conducir dragones. Él está entrenando con gente de su edad en la tribu, así que su relación con Chimuelo le permitirá aprender sobre el verdadero comportamiento de los dragones, con lo que ofrecerá otra perfil de guerrero a la hora de lidiar con estas feroces ciaturas.
Allí, en la arena, brilla Astrid (Nico Parker), joven guerrera en ascenso que busca transformarse en la heroína de su pueblo, pero choca con las habilidades de Hipo, por lo que mas temprano que tarde, comienza a sospechar que él oculta algún secreto importante en relazción a los dragones…
Las características nuevas de esta propuesta «live-action» son, sin duda, su mayor atractivo y su mayor desafío. La transición de la animación a la acción real permite una inmersión visual sin precedentes. Los paisajes de Berk son más gélidos, rocosos y tangibles. Los dragones, desde los pequeños Nadder Mortal hasta el imponente Furia Nocturna, exhiben una textura y un peso que antes solo podíamos imaginar. Las secuencias de vuelo, en particular, son un espectáculo visual deslumbrante, con una sensación de velocidad y libertad que te deja sin aliento, ideales para ver en 3D.
El realismo en los diseños de los dragones es notable, prestando atención a cada escama, a cada pliegue de la piel, y a la forma en que interactúan con su entorno. Se exploran con mayor detalle las cicatrices físicas y emocionales de los vikingos, lo que añade una capa de complejidad al mundo que recordamos de la trilogía de animación. Las actuaciones fluyen, los personajes son empáticos y todos entendemos bien de que se trata esta confrontación entre dos razas que ha generado tanto dolor en el pasado…
En definitiva, «Cómo Entrenar a Tu Dragón» (versión 2025) agrega otra dimensión a la historia ya conocida. Es un reencuentro que suma, nos recuerda por qué nos enamoramos de estos personajes, pero además, establece un nuevo estándar para futuras adaptaciones «live-action», demostrando que, incluso en un mundo plagado de reboots, siempre hay espacio para la magia y la aventura cuando se vuela con el corazón.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.