«Heretic» (Hereje): En busca de la verdadera religión

I never really noticed that I had to decide
To play someone’s game, or live my own life
And now I do
I wanna move
Out of the black (out of the black)
Into the blue (into the blue)

Get Free – Lana del Rey

Los guionistas de A quiet place y directores de Haunt y 65, Scott Beck y Bryan Woods, regresan con una sólida película de suspenso que tiene a Hugh Grant en un rol diferente a lo visto.

La Hermana Barnes (Sophie Thatcher) y la Hermana Paxton (Chloe East) son dos jóvenes mormonas que una fría tarde visitan al señor Reed (Grant), un hombre que las recibe a solas, con una esposa que no ven porque está en la cocina cocinando un pastel y es demasiado tímida para socializar con gente que no conoce. Desde el vamos intuimos que o no hay esposa o no es lo que Reed les dice ser, aunque ellas aceptan entrar porque de otro modo lo tendrían prohibido.

Barnes y Paxton pueden parecer ingenuas y quizás al principio un poco lo son, en pos de difundir las palabras de la religión que acarrean como una bandera. Pero esa conversación con este teólogo que no se dispone solo a escucharlas, se va tornando cada vez más extraña y más tensa. De a poco Reed deja de parecer el hombre amable y genuinamente interesado en sus sermones, no porque no le interese la religión en sí, sino porque tiene una mirada distinta sobre ésta y de a poco les quiere mostrar a ellas cuál es la verdadera.

Con las jóvenes atrapadas en esa casa con este extraño que las obliga a enfrentarse y cuestionarse, la película se toma su tiempo para generar una tensión latente que se cuece a partir de largos y filosos debates en ese living, con aroma a una tarta recién hecha y la nieve cayendo por la ventana. Hasta que no queda otra opción que bajar al sótano. «Van a presenciar un milagro», les promete de manera aterradora el hombre.

El gran acierto es la interpretación de Grant, actor que conocimos mayormente gracias a las comedias románticas que protagonizó y que acá despliega un personaje sarcástico y aterrador. Las actrices lo acompañan a la altura, en especial Thatcher, uno de los nuevos rostros más prometedores del género tras la serie Yellowjackets, su protagónico en Boogeyman y la participación en Maxxxine. Junto a East, actriz que vimos en The Fabelmans, son casi los protagonistas exclusivos de este viaje claustrofóbico y revelador.

Se trata de un planteo construido con firmeza que hacia el final presenta algunos giros y vueltas algo más apresurados e inverosímiles que de todos modos no le restan ritmo ni eficacia a la película.

¿Qué es la religión? ¿Por qué elegimos poner nuestras manos ante lo que no podemos ver o tocar? ¿Es acaso una manera de deslindarnos del control que tenemos? ¿Acaso hay cosas que solo nos suceden porque nos lo permitimos que sucedan? ¿Qué o quién influencia nuestras decisiones en la vida? Reed se pregunta y les pregunta y se cuestiona y las hace cuestionarse o repensarse aquello que creían tener claro.

Esa casa que se convierte en una trampa para las jóvenes es el escenario principal, con sus puertas y escaleras a oscuras que descienden hacia lo peor. Sin embargo, más allá de la tensión y del terror, la película también está impregnada de un humor sarcástico que marida muy bien con la propuesta.

Entretenida y atrapante, Hereje aprovecha el carisma de Hugh Grant al mismo tiempo que, de la mano de una buena fotografía y uso del sonido, nos presenta dilemas y reflexiones, algunas a simple a vista absurdas y otras tantas profundas y desafiantes que exponen los peligros de los fanatismos extremos.

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