«Cinderella’s curse» (La maldición de Cenicienta): el gore llegó al castillo para cobrarse venganza…
By Rodrigo Chavero 3 semanas agoCuando hace tiempo, los productores agrupados en Terrorífico Films, lograron que una producción de 100 mil dólares recaude globalmente más de 5 millones de la misma moneda («Winnie the Pooh»: blood and honey»), gran parte de la industria miró el fenómeno con curiosidad. La brillante idea de reversionar los clásicos de Disney que pasaban a gozar de los beneficios de pública utilización, fue inesperada y relativamente exitosa.
Dentro de esa línea, nos llega «Cinderella’s curse», que anticipa otro lanzamiento similar en diciembre, explorando la legendaria historia de la niña pobre, maltratada por su madrastra y sus hermanas, que sueña con poder participar de un baile importante donde el príncipe buscará a su futura esposa. Ya todos conocemos bien la trama, ¿no?
Bueno, bajo la dirección de una especialista en trabajar con bajos presupuesto (Louisa Warren), el guión ofrece claramente conexiones con dos legendarias cintas de terror: «Carrie» y «Evil Dead». No voy a expandirme demasiado en ámbas vinculaciones, porque sería develar la mayor parte de la trama, pero sí debe decirse que la segunda, me parece un acierto, dentro de un escenario de escasas ideas, para explicar parte de los eventos centrales de «La maldición de Cenicienta»…
Una de las mayores novedades de esta adaptación es la introducción de un elemento sobrenatural vinculado a un libro que pertenecía al padre de Cenicienta. Este objeto se convierte en el catalizador de la transformación de la protagonista, otorgándole poderes oscuros y conectándola con una entidad siniestra que actúa como una especie de «hada madrina» sanguinaria.
La actriz que pone el cuerpo con todas las de la ley es la ascendente Kelly Ryan Sanson en su rol de la chica perdida, triste y desconcertada por su triste destino. La protagonista se toma relativamente en serio su rol y destila cierto humor negro, promediando la historia, que nos roba alguna sonrisa. Como nota de color, ella fue extra en «Barbie» hace un tiempo corto y ya ahora, casi que es una actriz de culto!
Sí, la historia es menor. Todo luce escaso, en términos de producción, pero hay que reconocer que la idea, y algún giro narrativo, sostiene el interés del público del género. Todos sabemos que vamos a ver y eso descomprime las expectativas. «Cinderella’s curse» es un buen plan para ir con amigos y reirse un rato, disfrutar de una propuesta sangrienta, que permite pensar a la clásica princesa de Disney, como una asesina psicótica y posesa totalmente descontrolada… Lo cual, debemos reconocer, luce al menos, digno de ver, desde algún lugar…
Los aspectos técnicos son discretos, la OST acompaña y la duración es un acierto. No se necesita extender la historia ni sobreexplicar aquello que presenta. La media hora final es una fiesta si tu color favorito es rojo, sin dudas.
Sigo sosteniendo mientras salgo de la sala, que muchas veces como crítico quiero proyectos originales, de impacto, que transiten caminos nuevos. No es esto exactamente lo que deseo… pero sí debo reconocer que estas reversiones de clásicos tienen algo para ofrecer y hay público dispuesto a verlas. Ese mérito, es innegable.
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.