“Beatriz Portinari – Un documental sobre Aurora Venturini”: Hacedora de historias

¿Quién es Beatriz Portinari? Algunos sabrán que fue la “célebre” musa inspiradora de Dante Alighieri. Pero existe otra mujer que porta ese nombre, más bien un seudónimo, es Aurora Venturini, un ser enorme que porta sus 91 años con total sabiduría y ganas de vivir; y que recién en 2007 “se dio a conocer públicamente” cuando se presentó y ganó el concurso de Nueva Novela organizado por Página 12, presentación que hizo bajo el seudónimo de la musa dantesca.

Entonces ¿Quién es Aurora Venturini?, esa es la pregunta que intentan responder los documentalistas Agustina Massa y Fernando Krapp en un nuevo exponente del estilo documental introspectivo en la vida de un artista. La cámara se posa en un fragmento de la vida de Aurora de modo invasivo, o por lo menos así lo siente esta mujer capaz de inventar tantas historias como para crear un enigma alrededor de ella.

Una voz en off nos va guiando mientras entramos en la cotidianeidad de la autora, que tiene mucho más para ofrecer que lo que muestra volcado en el papel. El asunto es sí Venturini quiere que eso demás sea expuesto.

El film no sólo está compuesto por los relatos de Aurora, sino por los de su entorno y la gente que la conoce y admira, y que tiene distintas versiones sobre varios hechos de su vida; claro, la propia mujer se encargó de variar sus propios relatos, sus versiones sobre su vida, en varias oportunidades.

Aurora Venturini cuenta anécdotas, a regañadientes nos muestra su vida, y así entramos en la riqueza de una persona de vitales 91 años, que tiene mucho para narrar y aún tiene mucho para entregar.

Por momentos se la nota molesta, a veces más cordial, quiere preservar esa intimidad; y ahí se recae en el planteo. ¿Qué es lo que nos interesa de un artista, su obra, o también su vida? ¿Acaso son escindibles una de otra?

Massa y Krapp no parecieran buscar ni lograr otro hallazgo que el presentarnos a su formidable protagonista; Beatriz Portinari… es un trabajo formal, de buen ritmo, integrador, correctamente estructurado. Sabiamente, ponen toda la atención sobre la novelista, sin adornarla, y también por el carácter de la mujer, (casi) sin molestarla.

Hay una dualidad en Aurora, su fisonomía frágil se contrapone a su espíritu alegre, a su ávida mente de filósofa, capaz de narrar una y otra historia, sea real o escapada de su creación. Lo mismo sucede con el documental, inteligentemente, de modo para nada inocente, plantea solapadamente la verdadera necesidad (o no) de entrometerse en un ámbito de vida que, lógicamente, a su edad avanzada, así como aborrece la tecnología, le escapa a las cámaras. Quizás no quiere que se descubra qué es real y qué no; viniendo de una creadora de ficciones, ese pedido suena más que lógico.