«Here» (Aquí): Hogar, dulce hogar

Basada en una novela gráfica de Richard McGuire, Here reúne al director Robert Zemeckis, al guionista Eric Roth, y a los actores Tom Hanks y Robin Wright tras la legendaria Forrest Gump.

Un plano fijo, un punto específico en el mundo. Una casa que fue modificándose a medida que los años y sus habitantes fueron pasando, una habitación. Pero donde antes también hubo tierra. ¿Cuánta historia puede guardar un lugar, este lugar?

La nueva película de Zemeckis narra viñetas desde un mismo cuadro. A lo largo de toda la película, que de manera fragmentada va y viene en el tiempo funcionando también como una especie de registro histórico, aparecen distintos personajes pero quienes tienen mayor protagonismo es una familia compuesta por la ama de casa interpretada por Keilly Reilly y su marido, ex combatiente, interpretado por Paul Bettany. Más allá de algunos pasares económicos arman una familia numerosa y el mayor de sus hijos, que de adulto será interpretado por Tom Hanks desde la juventud hasta su vejez, sigue unos pasos parecidos. Son muchos los temas que irán apareciendo entre esos saltos en el tiempo y personajes, pero prevalece la idea de familia, del hogar. Home, un término que abarca más allá del espacio físico. ¿Cómo se hace un hogar?

Desde la era de hielo hasta la época del covid, pasando por los nativos y los carruajes, la cámara nunca, a excepción del último minuto, se mueve de ese lugar. Un lugar que tarda en convertirse en hogar, que de hecho ve parte de la historia pasar frente a sus ojos y luego quedará convertido en algo parecido a una anécdota o curiosidad. Además entre esos mosaicos aparece el inventor de la silla reclinable y un aviador cuando recién comenzaba el hombre a conquistar el cielo.

Richard y Margaret (Hanks y Wright) se conocen en su juventud, se enamoran y, sin planearlo, arman una familia en la casa de sus padres. Ella ansía un espacio propio, poder independizarse de sus suegros pero la situación económica no se los permite y de a poco va renunciando a sus sueños de conocer el mundo. Él también renuncia a los suyos de convertirse en un artista para encerrarse en una oficina durante todo el día con tal de poder proveer a su familia. La vida va pasando frente a sus ojos y a los nuestros, que los vemos envejecer y transitar todo tipo de experiencias, algunas felices y divertidas, otras más dolorosas y triste. La vida, justamente. Con lo hermoso, lo frustrante, lo oscuro, lo sorprendente que puede tener.

Hanks y Wright aparecen rejuvenecidos gracias al CGI y si bien es un efecto que se nota no llega a ser molesto y al rato una como espectadora se deja convencer. Es que los mismos actores se interpretan desde su adolescencia hasta la vejez, aquí sí bajo el trabajo del departamento de maquillaje. El arte de la película también es notable, construyendo el mismo espacio a lo largo de diferentes momentos de la historia, no sólo de la humanidad sino de cada familia -nadie permanece en la misma casa durante tantos años ni aunque nunca nos hayamos movido de ella.

Más allá de una idea narrativa poco convencional y visionaria, las historias quedan demasiado enmarcadas en lo tradicional y se siente algo cursi por momentos. Le cuesta escapar a los lugares comunes y la forma termina siendo más interesante que el contenido. Los valores familiares están en el centro de cada historia pero fuera de la principal (el cuarteto Reilly-Bettany-Hanks-Wright) ninguna se destaca a falta de un mayor desarrollo y son delineadas en apenas unas pinceladas gruesas.

Un acercamiento a la historia de la humanidad, una lupa en momentos específicos -aunque ficcionalizados, no estamos hablando de rigor histórico- de una historia inabarcable. Here le termina quedando demasiado grande a Zemeckis y compañía. Es una película encantadora y conmovedora pero bajo el artificio no deja mucho más que unas frases de sobres de azúcar y una historia que ya vimos muchas veces y, en cierto modo, luce liviana, tibia, algo anticuada incluso.

Nos queda esa idea de que los espacios son mucho más que un terreno físico. Son también el tiempo y las personas que pasaron y seguirán pasando. No somos más que una pequeña parte, un punto, pero a medida que nos conectamos entre sí éste crece y crecemos. ¿Qué lugar ocupamos en el mundo? A lo mejor para algunas personas, el mundo, el hogar, estar en casa, éramos nosotros.

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