
«Biónica»: maravilla de la ciencia que la IA podría hacer posible
By Rodrigo Chavero 4 semanas agoDirigida por Sebastián Perillo y basada en la obra teatral de William Prociuk, «Biónica» es una propuesta independiente que se sumerge en los terrenos turbios de la experimentación médica, la autonomía corporal y la ética de la ciencia. Hay pocos casos donde los realizadores locales se animan a intentar ciencia ficción con modestos recursos y éste, es uno de ellos, lo cual realza a priori el valor del desafío.
Creo que Perillo fue visionario, en cierta manera, cuando inició este proyecto a finales de 2022, porque anticipa temas que están fuertemente presente en los debates éticos que la IA promueve, día a día.
La historia sigue a Emma (Julia Martínez Rubio), una mujer cuadripléjica que, en un acto de desesperación por recuperar su movilidad, acepta someterse a un procedimiento experimental: morir (ser decapitada, más específicamente), para luego, cuando la ciencia avance, volver en otro cuerpo. Para tales fines, contrata a una empresa médica de avanzada que procede a realizar dicho acto. Su líder, el Dr. Wuntz (Fabián Arenilla) es un hombre inquieto y ambicioso que tiene varias ideas al respecto: se plantea ir más allá y combinar un cuerpo nuevo con IA (al estilo «programación» en la mente del sujeto). El trabaja junto a su hija (Luciana Grasso) y un asistente (Santiago Pedrero), con quienes maneja todo lo que sucede en el complejo («Biónica»), donde sucede la acción.
Pero lo que comienza como un tratamiento experimental pronto deriva en una perturbadora reflexión sobre los límites del cuerpo humano y los peligros de la obsesión científica. Emma será despertada, sólo con su cabeza, para ir incorporando funciones previas a la incorporación de su cuerpo por neuro programación. Ella es fría y está deseosa de volver a la vida para cumplir sus sueños (ama bailar, por ejemplo), por lo que pondrá mucho entusiasmo para esta etapa de reacondicionamiento. El Dr. Wuntz, en cambio, encarna la ambición científica sin freno, dispuesto a traspasar cualquier límite con tal de lograr su objetivo, mientras que Ariadna y Larsen representan la duda y la culpa y vivencian debates morales y filosóficos. Las actuaciones son correctas aunque Arenilla y Martínez Rubio son los referentes firmes de la historia.
Es ahí cuando desde la sala, comienza la natural inquietud que se manifiesta en la pregunta… ¿hasta qué punto puede la ciencia redefinir la vida y la muerte? La cabeza consciente de Emma entonces, se convierte en el centro de un experimento que desafía toda moral establecida.
Mientras estaba en la sala, «Biónica», me recordaba al experimento mental de la «Máquina de Experiencias» de Robert Nozick donde se plantea una reflexión sobre la naturaleza del valor y la importancia de la realidad. ¿Cuál es el precio que hay que pagar para ser «reconstruído» y tener vida eterna?
Mientras tiene lugar el «ensamble» de Emma, comienzan a aparecer inquietudes y tensiones sexuales que reverdecen, en su nueva condición. Obviamente, en todo trío de personas de edad similar pasando mucho tiempo juntos, suceden cosas. La protagonista va camino a readaptarse a un nuevo tiempo, donde evaluarán todos el proceso y sus implicancias.
Podemos decir, sin spoilear, que el desenlace es abierto, dejando espacio para múltiples interpretaciones sobre el precio del progreso y la naturaleza de la identidad. Algunos espectadores podrían desear un cierre más convencional, pero la elección de Perillo refuerza el carácter incómodo y reflexivo de la película.
Por otro lado, debemos destacar al director, quien enfrenta las restricciones presupuestarias con ingenio, optando por una atmósfera claustrofóbica dentro de un laboratorio. Toda la historia se juega, a ritmo teatral, entre los tres personajes principales. Sin embargo, debe decirse que el núcleo de «Biónica» no está en los detalles técnicos del experimento, sino en las implicaciones morales de jugar a ser Dios. Ese tema, es el que flota a la salida de la sala… ¿Cuanto tiempo pasará hasta esto que presenciamos, se vuelva real?
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Rodrigo Chavero
Periodista, docente y redactor de contenidos. Amo el cine y no hay mejor plan que ver películas.
Coordino Espectador Web desde 2011 y en mis redes hay mucho material de cine, teatro y espectáculos en #CABA.