#BAFICI26: La virgen de la tosquera

Ella averiguó un poco y dijo que teníamos que ir a la tosquera de la Virgen, que era la mejor, la más limpia. También era la más grande, la más honda y la más peligrosa de todas las tosqueras.

Una de las películas más esperadas del año es sin dudas La Virgen de la tosquera, de Laura Casabé. Su paso por el BAFICI, con funciones agotadas y el Gran Premio de la Competencia Argentina asientan las bases para un posible éxito en salas cuando se estrene. Por un lado, pone en evidencia el interés y el buen momento que el cine de género viene transitando en nuestro país, aunque en estos tiempos tenga mucho viento (y políticas) en contra, por el otro se trata de la adaptación de dos cuentos de una de las escritoras más leídas: Mariana Enríquez.

La virgen de la tosquera y El carrito son dos historias que aparecen en el primer libro de cuentos de Mariana Enríquez, Los peligros de fumar en la cama. No es ni será la primera adaptación de la escritora, pero sí es la primera que cobra notoriedad (en el 2002 Leyla Grunberg dirigió Bajar es lo peor, basada en su primera novela que escribió cuando tenía solo 19 años, y desde hace un tiempo la directora británica Prano Bailey-Bond lucha por llevar adelante la adaptación del cuento Las cosas que perdimos en el fuego, que da título a su segundo libro de cuentos). Laura Casabé además viene de desarrollar una interesante carrera con películas como La valija de Benavídez (que adaptaba a Samantha Schweblin, otra escritora argentina muy en boga) y Los que vuelven. Como si todo esto fuera poco, detrás del guion se encuentra ni más ni menos que el consagrado ya Benjamín Naishtat, director de Rojo y co-director de Puan.

La película sigue mayormente la historia del cuento que le da título a la película. El segundo cuento ayuda a reforzar la época y el clima en que se sucede. Se trata del verano tras la crisis que estalla a fines del 2001. Natalia es una adolescente que vive con su abuela y pasa el verano con sus amigas y el amigo que le gusta, pero éste pronto suma y empieza a pasar mucho tiempo con una chica un poco más grande. Mientras el país parece sumido en tiempos oscuros, con la violencia y la desesperanza creciendo entre sus habitantes, Natalia vive encerrada en su mundo, en ese tiempo de despertar sexual y donde las emociones están a flor de piel, porque a veces parece que una nunca siente las cosas con tanta intensidad como cuando se está volviendo adulta.

Casabé y el guion de Naishtat logran retratar muy bien lo que es ser mujer adolescente, los cambios en el cuerpo y en el humor, al mismo tiempo que construye climas de una extrañeza que se va acrecentando a la par del enojo de su protagonista.

Con ecos a Carrie o La Bruja, de Robert Eggers, la debutante en el cine Dolores Oliverio se carga un protagónico potente y lo hace de manera notable. En su mirada, en sus gestos, en esos labios apretados, va transmitiendo la angustia y la furia que se apoderan de ella.

La historia de El carrito no tiene mayor desarrollo, en comparación con el libro. Aquello que en el papel se convertía en una maldición para el barrio y un espiral de locura y violencia, acá está sugerido, de fondo. En cambio la tosquera, ese espacio solitario de tranquilidad y silencio, se convierte en el escenario que verá aflorar la verdadera naturaleza de Natalia.

Con un elenco compuesto mayormente de rostros nuevos, lo que demuestra un casting acertado, La virgen de la tosquera es una muestra más de que el cine de género en nuestro país está más vivo que nunca. Y en tiempos donde hacer cine es resistir, tocará apoyar y acompañar la película cuando llegue a salas.

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