
«Legiones»: Toda familia tiene sus demonios

“(…) ya no importaba. Era como preguntarse por qué existe el mal en el mundo o adónde va alguien cuando muere. Un interesante ejercicio de filosofía, pero absolutamente inútil, ya que el mal y la muerte se dan independientemente del cómo, el porqué y el para qué.”
Cuernos – Joe Hill
Tras su paso por el Festival de Cine de Mar del Plata llegó a las carteleras locales lo nuevo del director guionista Fabián Forte (La corporación, El muerto cuenta su historia). Una historia de chamanes y demonios, pero también de vínculos y legados, protagonizada por Germán de Silva. Si bien el cine de género ha crecido exponencialmente a lo largo de los últimos años en nuestro país, todavía películas como Legiones son una rareza. En especial una película que se anima a jugar con el cine fantástico y darle una impronta personal con tintes de un humor absurdo y un notable uso de efectos especiales de bajo presupuesto.
Antonio Poyju es un poderoso chamán que actualmente se encuentra encerrado en un manicomio. Su hija se encuentra alejada, sin querer saber nada de él, y a su mujer la perdió cuando nació ella. Se siembra la idea de algo oscuro y terrible que sucedió y hoy Antonio narra sus vivencias como si fueran cuentitos que el resto de los pacientes interpretan en una obra de teatro (como dato curioso: al director de esa obra lo interpreta el director de la película, Forte). Allí dentro se crea una galería de personajes que son una delicia y generan algunas de las escenas más divertidas y también autoconscientes, en su juego con la representación del terror.
Pero con la próxima llegada del eclipse rojo, su hija corre peligro de ser sacrificada por un poderoso demonio y Antonio se las arregla, con un poco de ayuda, para escaparse y advertirle. Y entonces se encuentra con que su hija (interpretada por Lorena Vega) se ha borrado hasta su apellido, sin querer tener nada que ver con este hombre que ella siente le impidió llevar una vida normal.
La historia se torna cada vez más excesiva, con peligros inmensos, criaturas aterradoras y unas buenas cantidades de gore, eso sin dejar nunca de lado el humor que tanta personalidad le brinda a la película. Ayuda mucho que cada uno de sus actores (además de De Silva y Vega se encuentran Moro Anghilieri, Demian Salomon y Ezequiel Rodríguez, entre otros) se preste al juego y entienda desde el vamos el tono de la película, lo cual hace que en cada una de las estrafalarias escenas resulten creíbles y queribles.
Lo autóctono, lo ancestral de nuestras tierras, los pueblos originarios, también dicen presente. Acá los demonios tienen que ver con esto y no con la religión católica.
En Legiones se pueden ver múltiples influencias del cine de terror pero al mismo tiempo consigue una impronta muy personal, muy criolla. Una película ambiciosa que consigue entretener y sorprender aun con algún altibajo, y al mismo tiempo es capaz de generar sustos, todo esto sin perder el eje con sus personajes y sus vínculos entre ellos. Es un logrado cuentito de terror.