«The Fabelmans»: Steven Spielberg nos muestra su familia

Es común tener curiosidad por conocer los primeros años, la adolescencia, de los grandes hombres de la historia. En nuestro campo, el cinematográfico, no podemos negar que Steven Spielberg es un director central para entender el séptimo arte de estos últimos 50 años y poder acceder a su visión de cómo comenzó su pasión por este medio, es algo tentador para cualquier tipo de espectador.

En «The Fabelmans», encontraremos un recorte de la vida del director, en el cual encontraremos no sólo las motivaciones que lo llevaron a ser quien es, sino también su entorno familiar inmediato (mamá y papá) y los temas que fueron surgiendo en esos años iniciales. 

Todo comienza cuando Mitzi (Michelle Williams, fabulosa) y Burt (Paul Dano) llevan a su hijo, Sammy (Gabriel LaBelle) a una proyección donde el jovencito quedará impresionado por lo que ve (el choque de un tren en escena) y buscará recrearlo en su hogar, con la complicidad de su madre. Mitzi es un artista, que abandonó su carrera para criar a sus hijos y será un puntal fundamental en ese inicio de búsqueda que el niño quiere hacer.

Su papá (Dano), es más terrenal, pragmático. Pero lo ama. Y son la familia que pueden ser, con aciertos y errores, pero se quieren y se cuidan y eso seguramente fue el combustible para encender las aspiraciones de Sammy.
Spielberg elige ir contando episodios en relación no sólo a su carrera y su construcción, sino también a cómo fue posicionandose en torno a los conflictos habituales para un joven de su edad (tener novia, por ejemplo). En todo momento la cinta luce ordenada, luminosa y tierna. La atmósfera que se respira en la película es proactiva y divertida. No es que esté exenta de drama, sino que muestra la idiosincracia de una familia donde la creatividad está en el aire y hay alguien dispuesto a ir más allá para lograr sus sueños.

Como siempre, los rubros técnicos son sólidos, los secundarios cumplen (sorprende, realmente, Seth Rogen), la banda sonora es ajustada y precisa y «The Fabelmans» se disfruta mucho, realmente.

No se (no creo, supongo) que todo lo que Spielberg narra haya sido así pero no deja de ser ésta una cinta inspiradora para todo aquel que quiera adentrarse en terrenos desconocidos para él y su núcleo familiar.