«The Boy Next Door» (Cercana obsesión): ese chico tan especial

Hubo una época en la que los thrillers para la TV y las películas protagonizadas por mujeres sólo hablaban de pasiones desenfrenadas que terminaban generalmente mal para la mujer. Cientos de películas se generaron con el solo objetivo de canalizar la libido de las espectadoras en canales como Hallmark, Lifetime y sucedáneos.
No es raro que en la actualidad un producto como “Cercana Obsesión” (USA, 2014) parezca tan fuera de época como la resolución final al conflicto disparador de la historia, y mucho menos que su protagonista absoluta, Jennifer Lopez, demuestre también el poco olfato para seguir generando participaciones en películas que sólo pueden interesar a incautos que ingresan a último momento a la sala a falta de otra opción en el cine.
La historia de “Cercana Obsesión” es la de una maestra llamada Claire (Lopez), recientemente separada de su marido (John Corbett) y con un hijo adolescente que aún no entiende la decisión de sus padres. Mientras ella se dedica a dar sofisticadas clases de literatura, claro, porque el guión de Barbara Curry además de incurrir en los cientos de miles de clichés que cae deja en claro un status cultural de la protagonista por encima de la media, un día su rutina cambia.

Un nuevo vecino (Ray Guzman) llegará al vecindario, el boy de la siguiente puerta, tal el título original en inglés, y con su arribo toda la pasión y pulsión sexual contenida de los últimos tiempo de Claire se desatará en cada vez que ella espía por la ventana al joven recién llegado.
Una noche de lluvia, el mirar avanza hacia el contacto físico, e inevitablemente, cual historia de Lolita, todo lo que hasta el momento eran insinuaciones terminan en una noche de lujuria en la que Claire no podrá dimensionar qué pasará después. Pero claro está que Curry no es Vladimir Nabokov, y Rob Cohen tampoco es Stanley Kubrick, por lo que la película terminará cayendo en el lugar común del vecino joven obsesionado con la mujer madura hasta el punto de acosarla y atormentarla con revelar el secreto a todo el mundo.
Hace unos años las películas “The Crush” con Alicia Silverstone o “Angel y Demonio” con Mark Wahlberg actualizaron este mito de jóvenes enamorando perdidamente a personas mayores, y lo hicieron dentro de un contexto en el que quedaba claro que lo prohibido era la posibilidad de escapar de algo pero terminaban aggiornando la narración.

Pero acá, y con una moralina rancia, a Claire se la castiga primero por haber cedido a la pasión, justificando todo lo malo que el vecino le hará para volver a estar con ella, pero también por ceder en medio del proceso de reconstrucción del matrimonio que se estaba por disolver a la tentación carnal.
Así es como “Cercana Obsesión” sale perdiendo en todas las comparaciones que se hagan con sus predecesoras, y mucho más cuando desde la dirección y el guión no se innova para poder reconstruir el mito primigenio de desear bajo posibilidad de prohibición y jugar con eso.
Lopez se sobreexige, en un papel que desde la caracterización la ridiculiza, es profesora, ok, pero ¿hace falta que lea los libros en su casa siempre en bombacha y al lado de una ventana? Claramente no, pero justamente en esa construcción torpe y de trazo grueso es en donde la película cree encontrar el fundamento para que se comprenda la irresistible atracción que siente por el vecino y por el que arriesgará todo en una noche sin saber realmente quién es.
Anexo de Crítica por Pluma Paz
Voy a ser breve, creo que mejor hubiera sido que esta peli la estrenen por cable para un sábado de súper acción o domingo como relleno, así dejan descansar un poco a «Los Simpson» o a «Australia». Jennifer López no nos tiene acostumbrados a elegir buenos guiones para representar; aunque, aquí, debo decirlo, su actuación es bastante digna. Lo que no se puede creer es el guión tan previsible y lleno de lugares comunes.
Como curiosidad podríamos decir que ni es original el título en idioma original, ya que «The Boy Next Door» fue una producción de 2008 para la TV canadiense, y en donde también había alguien que espiaba a un joven vecino pero terminaba presa de ese voyeurismo al producirse un crimen y ser señalada como la principal sospechosa. El argumento del film gira en torno a la vida de Claire Peterson (López), cuyo matrimonio no se encuentra pasando un buen momento.

La historia de los viajes de negocios del marido que terminan en una infidelidad son la razón del malestar entre los esposos. También está el hijo adolescente de ambos, que quisiera que su familia continuara bajo el mismo techo, cosa que Claire trata de sostener mientras Vicky, su mejor amiga y también, su jefa en el colegio, la alienta a salir de ese círculo vicioso.
En el ínterin, llega a sus vidas, Noah (Ryan Guzmán), un atlético y dispuesto a todo vecinito que empieza a comprarse al hijo de Claire y a ella con su seducción aunque no todo parece color de rosa. Una noche, en que la familia de Claire sale de campamento, ella se queda mirando por la ventana y observa a Noah desnudo en su habitación. Lógicamente, él sabe que ella está detrás de la ventana.
Tienen relaciones y allí se desencadenará el drama obsesivo y un pasado oculto del joven que lo lleva a torturar a sus víctimas psicológica y físicamente. No hay nada que lo detenga pero Claire tendrá que intentarlo.

Rob Cohen fue director de la primera entrega de Rápido y Furioso, Triple X, Corazón de Dragón (la que más me gusta de toda la lista que estoy nombrando) y Stealth, La Amenaza Fantasma, además de Dragón: La Historia de Bruce Lee, que tuvo buena recepción en el público.
Igual, podríamos echarle la culpa a la guionista, Barbara Curry, que fue durante 10 años abogada y asistente en una unidad de delitos mayores en Los Ángeles y parece haber visto demasiada violencia y crimen, que se atrevió a escribir, luego de obtener un master en la UCLA como guionista su ópera prima que Cohen tomó para dirigir.
Recomiendo dejar pasar esta oportunidad para los que quieran ver a Jennifer López ligera de ropa (en todo caso, miren el videoclip de la canción Booty), o a Ryan Guzmán, que está más para galán de telenovelas tipo «Dulce Amor» que para psicópata.
