«Late night with the Devil» (De noche con el Diablo): It’s showtime!

Los hermanos australianos Cameron y Colin Cairnes dirigen una película de terror de bajo presupuesto que fue llamando la atención del público especializado en el género. Se trata de un found footage muy particular: las grabaciones de un programa nocturno de televisión que durante la noche de Halloween de 1977 tuvo en su programa a una mujer poseída por el Diablo.
La premisa es atractiva pero más interesante es la forma. Desde esas primeras imágenes, los Cairnes nos trasladan a otra época y nos ponen un poco en contexto sobre el magnético Jack Delroy, interpretado por un magnético David Dastmalchian. Estamos ante un actor que además es un ferviente admirador y especializado en el género (de hecho cuentan que los directores lo eligieron después de leer un artículo suyo sobre los programas nocturnos de esa época en la revista Fangoria) que hace tiempo viene resaltándose en papeles secundarios que pedían a gritos un protagónico a su altura. Todo lo que nos presente esta película se sucederá entre las imágenes que salieron al aire y otras filmadas detrás de escena.
Es la sexta temporada de la emisión, Delroy viene de sufrir una fuerte pérdida, a su mujer en manos del cáncer, que también influyó en su carrera. Seguro de volver con todo, prepara una edición con diferentes personajes del mundo oculto, entre los que se encuentra un psíquico excéptico llamado Christou y una joven sobreviviente de una secta que está al cuidado de una psicóloga que ha logrado mantenerla contenida. Delroy la insta a convocar el demonio que se supone que está dentro suyo.

Se trata entonces de una noche en la que van pasando más cosas raras que las que salen al aire. ¿Es todo real o puro espectáculo? Si bien el modo en que está contada esta película, un interesante ejercicio de estilo que aprovecha el found footage, esa especie de subgénero que siempre está a punto de agotarse, la decisión de incluir tanto archivo del detrás de cámara le quita un poco de ese misterio y tensión.
La presentación de la película se da como si fuese un documental. Ese registro después de pierde para pasar a ser solo el rejunte de imágenes grabadas, intercalando lo que sale al aire con lo que sucede detrás de escenas, de una manera cronológica. Cerca de un tercer acto algo apresurado, eso vuelve a romperse.
Late night with the Devil es cautivante y creativa, lamentablemente más en su envoltura que en el contenido que hacia el último tercio se torna predecible junto a una resolución que deja gusto a poco después de aquel viaje, que se toma su tiempo hasta que aparece el terror puro. El protagónico de Dastmalchian ya vale el visionado por sí solo, el modo en que va transitando la película y esa noche de revelación para él es brillante. La ambientación de la época está cuidada desde cada detalle, tanto en lo visual como en el sonido y la banda sonora, haciendo aprovechamiento de su presupuesto limitado. Una propuesta interesante aun con sus puntos flojos.
