«El novio de mamá»: Una pesadilla

Dirigida por Nicolás Silbert y Leandro Mark (Caídos del mapa, La última fiesta), El novio de mamá es la gran apuesta del cine argentino para las vacaciones de invierno. Una comedia familiar que reúne a José María Listorti con una camada de influencers para narrar la historia de un hombre que se enamora de una viuda con dos hijos que no se la van a hacer fácil.

Si bien la premisa no suena muy tentadora, adelanto que el resultado tampoco lo es. Desde esa primera escena con un humor exagerado y fallido y las actuaciones a ese nivel, la película es un cúmulo de gags y personajes. Leandro es ese hombre que no puede evitar resultar insoportable de una: un optimista total. Pero con su corazón y «encanto» conquista a Lucía (el debut cinematográfico de Dani Le Chepi -sí, así son los nombres de esta gente salida de redes: Alex Pelao, Jero Freixas, Facha Espi). El siguiente paso es conquistar a sus hijos, en especial a la hija mayor, Pipa, interpretada por Francina Di Carlo, que en su debut es la que mejor trabajo realiza, con reacciones que suenan genuinas dentro de ese tono que parece buscado por sus realizadores.

El guion escrito por Lucas Bucci y Tomás Sposato traslada rápidamente la acción al Sur, a los bosques de Bariloche. Lucía tiene la oportunidad de trabajar como chef para una mujer poderosa (Jorgelina Aruzzi, que hace lo que puede con su material) y para eso debe trabajar y hospedarse en un lujoso hotel durante una semana junto a sus hijos y Leandro como niñero. La oportunidad perfecta para ganarse sus corazones. Como podemos presumir, las cosas no saldrán como ninguno esperaba.

Si en una época decir que una película lucía televisiva podía sonar como algo negativo, hoy sería un halago, con las series de calidad cinematográfica que abundan. Sin embargo, El novio de mamá luce como aquel contenido que vemos creado para redes como TikTok o los reels de Instagram. No sorprende que la mayor parte del elenco haya salido de ahí, como si por ese mismo medio se hubiese hecho el casting. Entonces, si bien hay personajes que tienen su carisma en el medio que conocen y donde se han afianzado y han armado su buena suma de seguidores, en el cine parecen extrañados, fuera de lugar.

Todo se ve anticuado y sobre todo ajeno, porque aquello que puede funcionar o llamar la atención en redes no encuentra su forma. Las locaciones barilochenses no se aprovechan lo suficiente y en la historia hay menciones a problemas relacionados a lo económico que parecen resolverse siempre por orden de magia.

Así como desde la primera escena, colorida y absurda como un sketch televisivo berrera y con una sobreactuación del protagonista, se puede percibir que el humor en el que se apoya la película va por la misma senda: de otra época, anticuada pero esta vez sin atisbo de reflexión actual. El sentimentalismo se subraya con los diálogos y una banda de sonora invasiva y molesta.

Si una partecita de las redes que siguen los contenidos de esta gente y aquellos admiradores -si aún los hay- de la figura de Listorti acompañan es probable que en taquilla le vaya bien, al menos lo mejor que le puede ir a una película en tiempos tan lejanos a cuando una sola podía ser capaz de superar el millón de espectadores. Pero este cúmulo de sketchs largos y sin gracia con suerte termine pasando al olvido, porque incluso para el consumo irónico es muy difícil de ver.

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1 thought on “«El novio de mamá»: Una pesadilla

  1. No pude terminar de verla. Los primeros 45 minutos fue como mirar “Sábados Tropicales” que te deja anodadado como primera visita al zoo. Pero, de repente te preguntas “qué mierda estoy mirando???” Y por suerte, el control remoto siempre está a mano.

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